Me había rendido, creí que de verdad mi destino era la muerte, pero, llegaste a mi vida como un hermoso torbellino de color rosa rompiendo todas las ataduras a mi alrededor y dándome esperanza.
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¿Nuevo mundo?, ¿haki?, ¿piratas?, ¿marines?, ¿frutas del diablo?, la primera vez que su shishou le hablo del tema no se lo podía creer, había mucho más en el mundo que solo las naciones elementales, ¿cómo era eso posible?, esta información la dejo realmente confundida, hacia solo 3 meses la guerra había acabado, las aldeas aún estaban en reconstrucción, los hospitales estaban abarrotados a más no poder y entonces su hokage la solicita para mandarla a una misión en solitario, pero, en un lugar del que no tenía conocimiento, ¿Por qué esta información no era de conocimiento público?, para mantener el orden, estas fueron las palabras que su shishou le dijo luego de comenzar a hacer preguntas.
Pacientemente la rubia le explico a su aprendiz todo lo que sabía de este nuevo mundo, y en qué consistía la misión, la cual era asistir médicamente a un hombre llamado Edward Newgate, mejor conocido como Shirohige (Barbablanca), uno de los 4 emperadores piratas, le contó como lo conoció, que estuvo viajando un tiempo con la tripulación, incluso que actualmente seguía siendo miembro de la misma, a lo que su aprendiz la miro con incredulidad, por lo que tuvo que mostrarle el tatuaje característico de los piratas Barbablanca que adornaba su muslo derecho.
Decidió esperar unos minutos a que su aprendiz casi hija terminara de interiorizar todo lo que se le acababa de decir. Por su parte, la pelirrosa aún se encontraba procesando toda la información, la cual en verdad la hizo sentir aturdida, pero, algo si lo tenía claro, este hombre era importante para su shishou, y ella cumpliría esta misión a toda costa, así que, le dio a su Hokage, shishou y madre una mirada decidida
Sakura: no te preocupes okāsan, cumpliré con la misión, ¿cuándo debo partir?
La rubia sonrió y la miro de forma maternal, ya sabía que su pequeña aceptaría la misión
Tsunade: dentro de dos horas, ve a prepararte
Sakura: ¡sí!, con permiso
Una vez fuera de la oficina la ojijade se dirigió a su apartamento, ella vivía sola desde hacía cuatro años, antes del ataque de Pain, ya que sus padres habían sido asesinados por bandidos que querían robarles sus pertenencias por ser ellos comerciantes.
Tras llegar a su hogar comenzó a empacar todo lo que considero necesario, cubrió sus muebles con sábanas blancas y se aseguró de empacar la comida que le quedaba para su viaje. Una vez todo listo se dirigió a la salida de la aldea, ya que solo le quedaban cinco minutos para irse. No se despidió de nadie, la razón, sus "amigos" habían cortado cualquier tipo de relación con ella después de la guerra, incluso algunos la llamaban presumida ya que debido al trabajo esta no tenía tiempo para salir con ellos, cosa que ellos no tuvieron en cuenta, al principio le dolió bastante, pero gracias a su Shishou, Shizune, Kakashi, Kurenai, Iruka, Guy, Ibiki, Anko, Sai y Yamato pudo superarlo y seguir adelante. Al llegar a la puerta se encontró con ellos, las personas que siempre han estado ahí para ella, era obvio que su shishou les avisaría, sonrió dulcemente y camino hacia ellos
