Escrito por Arassha
País: Ecuador.
Disparadores: #7 y #8***
I
Diciembre 2007
El tan ansiado viernes había llegado. Era el cierre de la semana escolar y el inicio de las vacaciones de navidad y fin de año.
Renata observaba el reloj de su muñeca, la impaciencia la acometía. La imagen de un hombre de ojos claros y cabello oscuro dibujó una sonrisa en sus labios. Se perdió en reminiscencias, en besos y caricias. Faltaba poco para verlo, para estar en los cálidos brazos del italiano que le robó el corazón.
El timbre sonó. Sus estudiantes desaparecieron en un santiamén.
Renata recogió sus cosas, la alegría marcaba su faz. Afuera, ubicó inmediatamente a Marco por su vestimenta regular: pantalones de tela y una camisa.
—¡Marco! —Agitó la mano, mientras cruzaba la calle.
Marco esperaba a que Renata saliera del trabajo. La llevaría a cenar a un restaurante de comida lojana; ella añoraba su provincia, visitar ese lugar la pondría feliz.
Sonrió al pensar en Renata. Se había enamorado sin remedio de esos ojos color miel, cuando ambos cruzaron miradas en una accidentada caída. Ella evitó que un ciclista lo atropellara por andar distraído tomando fotos a la iglesia de San Francisco.
Quito fue la primera ciudad en su lista de un recorrido turístico de tres meses por varias ciudades de Latinoamérica. No obstante, conocer a Renata cambió por completo sus planes. Los tres meses se convirtieron en ocho; se volvió residente, con un trabajo como profesor de italiano y pintura. No se arrepentía de nada, porque cada momento junto a ella valía la pena.
Volvería a Italia, desde luego. Renata estaba de acuerdo en viajar con él. Además, en Roma vivía el hermano de ella, lo que era maravilloso. Por otro lado, el trámite de residencia llevaba tiempo y debían tener paciencia.
Una voz susurró su nombre, ladeó la vista al frente. Renata traía puesto un vestido azul que acentuaba su piel bronceada. Cuando la tuvo cerca, la estrechó en sus brazos.
—Hola, mi amor. —Marco la besó con dulzura.
—Mis papás confirmaron que llegan este domingo, al fin los conocerás —anunció emocionada.
—Me alegra saberlo. —La agarró de la cintura—. Encontré un lugar donde preparan platillos de tu tierra. Un pedacito de Loja, para que no la eches tanto de menos.
Marco intentó parar un taxi, sin éxito, la pretemporada navideña tenía a la ciudad sumida en una saturación vehícular.
—En estos momentos nos vendría bien una bicicleta —dijo Renata, señalando a una pareja que pedaleaba por la zona exclusiva para ciclistas.
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DESAFÍO: Con diciembre a cuestas
Random¡Amante de las festividades decembrinas, este es tu lugar! Ocho relatos ambientados en distintos países de Latinoamérica y en la época más bonita del año. ¡Anímate a leerlos!