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¡LLEGARON LOS RESULTADOS! fue lo que hizo que todos guardáramos silencio al escuchar aquella noticia que la maestra había dicho con demasiada alegría.
—Antes de que los vean, quiero decirles que estoy muy orgullosa de ustedes —sonrió y puso una mano en su pecho, tratando de no soltar pequeñas lágrimas.
Mientras ella daba su emotivo discurso de cuan feliz estaba por nosotros y nuestro esfuerzo en los exámenes, yo no podía evitar darle rápidas miradas a la castaña que se encontraba frente a mi.
Me era imposible no hacerlo, quiero decir, es tan hermosa que era inevitable voltear a verla. Ella también me dedicaba rápidas miradas y cuando estas chocaban con las mías, ambos apartábamos la vista un poco avergonzados.
—Así que bueno, pueden verlos por sí mismos.
La maestra dejó la hoja en la mesa y todos corrieron a verla, demasiado emocionados.
—¡Louis y T/n empatados en primer lugar! —nuestros compañeros gritaron y aplaudieron.
Recibí unos cuantos abrazos de parte de mis amigos y después me acerqué un poco a t/n, quien hizo lo mismo después de agradecerle a todos por las felicitaciones.
Mordí levemente mi labio y pasé nerviosamente una de mis manos por detrás de mi nuca. Ella solo se tambaleaba delicadamente, esperando que dijera algo.
—Felicidades —musitó y sonrió débilmente.
Asentí y escondí mis manos en los bolsillos de mi pantalón, estaba nervioso.
—¿Hay algo que quieras decirme? —preguntó con un tono de ¿esperanza?
—Oh, claro, felicidades igual — dije con un poco de duda.
