22.- Promesas vacías

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POV Kim Yong-sun.

De un momento a otro y sin oportunidad de decir algo más la vi desaparecer  por completo en el umbral de la puerta. 

Aún estaba afectada, procesando todo lo que acaba de pasar.

Me siento como una horrible persona. 

Es la primera vez que estoy con alguien de esta manera y tengo como una sensación de estar expuesta pero tan libre al mismo tiempo.

No es arrendamiento lo que siento de eso estoy segura más bien es como un sentimiento de culpa por no saber que decir. 

Su cara dejaba ver dolor puro y lastima por ella misma.

Debí decir algo pero era como sí las palabras se quedaran atrapadas en mi garganta, fui incapaz de formular una palabra. 

Me deje caer en la cama, la misma donde habían pasado tantas cosas, la testigo de mi desenfreno y mi propio deseo.

Jamás me hubiera imaginado de esta forma, sólo me deje llevar.

Tomé un poco de ropa mientras me cubría con una camiseta, era una desgastada camiseta de mangas largas, fue un regalo de mi padre, lograba cubrirme hasta poco más abajo de mis rodillas.                                                             

La única cosa que aún conservo de él, ya que mi madre se encargó de destruir cada objeto en la casa que pudiera tener una pizca de su esencia, de mi no se pudo deshacer tan fácil.

Supongo que me tiene algo de cariño al final, algunas veces cuando tenían sus peleas yo resaltaba entre sus reclamos, como la razón por la que estaban unidos, la razón por la que mi padre tuvo que dejar los negocios de su familia, fui una deshonra para ellos desde que fui creada y más aún  cuando nací.

No quiero ser lo mismo para Moonbyul.

La vi salir en silencio y trate de acercarme para hablar con ella, arroje la ropa que había escogido para mi y tome su mano.

-Lamento haberte herido es solo que...- Me dio un empujón con su mano libre haciendo que diera unos pasos hacía atrás y terminará por soltar su mano.

-No digas estupideces. Una omega no puede herirme. Cuando termines de bañarte baja para que comas con nosotros. Es petición del señor Kang, quiere conocerte. No lo hagas esperar mucho.- Sin mirarme camino a la puerta que da al pasillo.- Tampoco te olvides de lo que eres. Habla solo cuando te lo pidan y no me hagas quedar mal... Otra vez.- Volvimos a ese día en el que nos conocimos. 

Solo una omega inexperta sirviendo a un alfa. Solo es soy para ella. Me siento decepciona y triste ahora, esperaba poder hablar de esto, así es como va a ser siempre con ella.

-No lo olvidaré. Usted es la que siempre se encarga de  recordarme eso, señora Moon.- No se si me alcanzó a escuchar pero lo solté de todas formas, con amargura y arrastrando mi fastidio por su cambio de humor,  tratando de que un poco del dolor en mi pecho se fuera también.

Tome mi ropa y entre al baño, había un desorden notable, las cosas que antes me había encargado de ordenar estaban regadas por todos lados.

Eso es algo irónico, los omegas somos considerados débiles  pero los alfas son los más inseguros, celosos, caprichosos e impredecibles.

Son ellos los que deberían de aprender a controlar sus impulsos.

Me tomo un poco más de medía hora estar lista, baje para encontrarme con un ambiente algo tenso. Sentía como mi propio nerviosismo hacia que mis piernas flaquearan.

La sociedad (moonsun) (OMEGAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora