El ritmo al que se balancean entre los árboles es demasiado rápido, pierdo la pista de sus cuerpos en cuestión de microsegundos.
Mi respiración se agita cada vez más. Nadie me advirtió la energía que se desgasta en una sola práctica.Petra es la más amable, cada vez que me ve perdiendo la pista me indica el camino con su voz, pero parece no ser suficiente. Por otro lado, Auruo es el más petulante, intentando en cada oportunidad que tiene de rebasar al capitán, cosa imposible.
Gunther y Erd también son muy amables, aunque poco menos que Petra, que me trata como si fuera su hermana pequeña. Desde que supo que otra chica se uniría al escuadrón su emoción se desbordó, aún sin conocerme o siquiera saber mi nombre, ¿cómo es que la gente tiene la capacidad de confiar?
Cuando llegué a la meta, todos estaban ahí esperándome. Petra, Gunther y Erd alentándome, diciendo cosas amables como "eres nueva, irás mejorando con la práctica". Auruo, presumiendo sus increíbles talentos natos y Levi viéndome con sus ojos ilegibles.
Aproximadamente hace un mes que comenzó mi entrenamiento. Por supuesto que había tenido mejorías, pero al parecer no era lo suficiente para estar ahí. ¡Lo intento! Por un carajo que lo hago, pero nunca parece ser suficiente.
Seguí escuchando sus diversos tipos de comentarios mientras dejábamos todos los equipos en un cuarto de depósito, también los escuché en el camino y mientras hacíamos la limpieza de nuestro edificio.
-¡Vamos! No necesité entrenamiento, nací siendo hábil, hay cosas con las que simplemente naces. -- Exclamaba Auruo a las cuatros personas que yaciamos en la cocina.
-En la primera práctica te quedaste atrapado en un árbol, ¿de qué hablas?-- Replicó Erd, que limpiaba los tomates.
-Pero al menos mejoré con el tiempo. Estar aquí no es para todos.-- Sentí ese comentario como un arma punzocortante en mi espalda. La habitación se quedó en silencio y todos me miraban de reojo. Escuché como Petra jalaba de la oreja de Auruo y él se quejaba a la vez que se ponía rojo del rostro. No emití una respuesta, pues me quedé pensando en que probablemente no era un comentario tan equivocado.
Ya me había pasado en Marley el no poder dar el cien por ciento de lo que se me exigía, decepcionar a mis superiores con mi desempeño y sentir que mi lugar no era ahí. Por alguna extraña razón, creí que aquí sería diferente. Mi desempeño como recluta fue excepcional por el hecho de que ya tenía años entrenando, cosa que claramente nadie sabía.
Además, la mayoría de reclutas eran pésimos, las cosas como son.
Por un momento me llegó la tristeza, y sentí una lágrima caer de mi mejilla. La limpié rápidamente y decidí irme del lugar antes de que alguien más lo notara. No dije una sola palabra, solo me dirigí a mi habitación compartida con Petra.
Me senté en mi cama y respiré profundamente pensando en Marley. Mi vida ahí no era buena, no tenía a nadie esperándome ahí, pero me habían dado un propósito, me dieron un sentido sin el que no sería nadie y nada. Por ellos estoy aquí, y aunque no me guste admitirlo, les debo mi único poder.
Extrañaba poder ver el mar, la última vez que lo hice fue con mis padres. Los extrañaba demasiado, sobre todo en las frías noches, cuando tenía miedo, pero sabía que en cualquier momento podría ir a su habitación y pedirles que me protegieran del mundo.
Cuando vine tuve que dejar todo lo que me pertenecía atrás: mi libro favorito, mis peluches, mis vestidos, las pertenencias familiares y una parte de mí. Helena se quedó en Marley, con el sol en el pelo y la arena en los pies.
Solté en llanto, sobrepensando en todo lo que noche tras noche me atormentaba. Un golpe en la puerta me asustó y sacó de mis pensamientos. Divisé los cabellos pelirrojos de Petra, seguidos de un agudo "¿puedo entrar?.
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Liability | ʟᴇᴠɪ ᴀᴄᴋᴇʀᴍᴀɴ
Fanfictionʏᴏᴜ'ʀᴇ ᴍʏ ʟɪᴀʙɪʟɪᴛʏ | ❝ No lo entendía hasta que te conocí. Me creí incapaz de sentirlo, pero ahora estás delante de mí y a tu lado se encuentra mi futuro. No lo entendía hasta que te conocí: el amor es la muerte del deber. En tus ojos podía leer...