🌟 Segunda historia finalista del concurso "La estrella de diciembre 2021" de #ValkiCosmos2021
Dos personas se conocen por casualidad en una fiesta.
A él le encanta la Navidad y ella la odia.
Ella pidió un deseo años atrás.
Él nunca se da por vencid...
Me despierto sobresaltada, las pesadillas me han atacado toda la noche. Darme cuenta de que estoy abrazada a Alec me reconforta. Ni siquiera nos quitamos los zapatos, estábamos tan cansados que nos tiramos directamente en la cama. Lentamente me separo de Alec para poder ir al baño.
Ahora se me da por refugiarme en los baños, que bien.
Estamos en su apartamento y solo puedo decir que tiene un gusto para la decoración exquisita. No me es muy difícil encontrar el lavabo. Al entrar me siento en el retrete con la tapa bajada y me abrazo a mí misma por las rodillas. Respiro un par de minutos y me dirijo al espejo para mirarme. No tengo un buen aspecto, tengo el rímel corrido, al igual que el pintalabios. Mi pelo está todo enredado y parece que no lo he cepillado en meses.
Aún tengo el jersey que me compró Alec puesto. Ayer me di cuenta de que es un chico muy insistente, pero le estoy agradecida. Puede que ahora me guste un poquito más la Navidad. La noche de ayer fue inolvidable: montamos en la noria, vimos los puestecitos del mercadillo uno a uno, comimos galletas de jengibre... Y hablamos mucho, de mí, de él, de todos.
Me lavo la cara con agua y me la seco con la toalla que encuentro al lado colgada. Vuelvo al dormitorio y veo que Alec ya está despierto. Me mira con una ceja levantada que me da risa. A él se le contagia y empieza a reír junto a mí.
— ¿Estás bien? — Me pregunta cuando logra detener sus carcajadas. Yo le respondo con una cara de interrogación, no entiendo a que viene esa pregunta. — Te has escapado corriendo al baño y se nota que has llorado, vuelvo a repetir, ¿estás bien?
— No te pongas paranoico, estoy perfectamente, hazme sitio. — Intento mentir todo lo bien que puedo y me acurruco a su lado.
— A mí no me convencen tus mentiras. Haces un gesto raro cuando mientes.
Mierda, tengo que mejorar la técnica.
— De verdad, no te preocupes, era solo una pesadilla. — Digo para que se calme y no haga más preguntas.
— Cuéntamela.
— ¿Qué?
— ¿Nunca te han dicho que las pesadillas se superan mejor contándoselas a alguien? — Ante su insistencia se la cuento.
Le digo que en mi pesadilla se repetía una y otra vez el día de Nochebuena, ese en el cual pedí un deseo —la parte donde pido el deseo no se la digo—. Solo le explico lo mal que me trataban y como vivir allí si que era una verdadera pesadilla.
Él me escucha, siempre lo hace. Me apretuja entre sus brazos y una sonrisa cariñosa ilumina mi rostro. Podría contarle todas mis desgracias para que me abrace así toda la vida.
— Voy a hacer el desayuno, ¿la princesa de la casa quiere algo en especial? — Tenemos una relación muy divertida y estos tipos de bromas me hacen mucha gracia.
— ¿Y tú estás disponible para desayuno? — Le respondo a modo de broma y me mira de arriba abajo, creo que él sí quiere desayunarme a mí.
A mí tampoco me faltan las ganas.
— Veré lo que puedo hacer, ahora acompáñame a la cocina. — Cuando voy a salir de la cama, Alec me agarra como si fuera un saco y a mí se me escapa un pequeño grito. No me suelta hasta llegar a la cocina y cuando lo hace me tambaleo un poco. Él me agarra para que no me caiga y de la nada le doy un beso en los labios.
Podría pasarme el día entero con sus labios pegados a los míos. Si alguien me hubiera dicho hace unas semanas que una persona se volvería mi droga personal, me hubiera reído y habría salido corriendo. Nunca me había visualizado conviviendo con alguien de este modo y solo puedo agradecerle a aquella estrella fugaz... Entre todo lo que podía pedir, lo pedí a él.
Puede que aún no esté preparada para tener una relación seria con alguien, que primero debo curarme mis propias heridas, pero me veo con Alec. Además aún nos queda mucho camino por recorrer entre los dos. Quién sabe si en un futuro...
Pasamos el día entre risas, besos y amor. Mucho amor. Y me doy cuenta de algo...
Le quiero.
FIN
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Este es el último capítulo y estoy tan feliz por mis niños. Tendréis un epílogo para saber más de ellos y de su relación que todavía no es relación jajaja
También podéis escuchar la canción que da nombre al título del capítulo...
Espero que os haya gustado la historia y muchísimas gracias por leerme y meterte conmigo en la historia.
Este capítulo está dedicado a mi mejor amiga, que siempre está ahí para mí. Te quiero mucho, igual que Eva a Liv ❤
