Good Father. [Remus J. Lupin] ©

Capítulo 2: "Mary"

“Sangre pura”

— Es una asquerosa mestiza. —Proclamó el aristócrata de cabellos rubios y largos, observando con asco a la arrinconada pequeña que no comprendía nada a su al rededor.

— Es solo una niña, Lucius.

— Es una sangre sucia ¿Qué piensas que dirán los demás cuando sepan que los respetables Malfoy acobijan a una mugrosa mestiza? No, no se quedará aquí.

— No tiene a nadie más. —Dijo Narcissa con esperanza de ablandar el corazón de su amado.

— ¡Claro que sí! —Chistó casi de inmediato— Que se largue con los de su especie, llévala con tu hermana, entre traidores a la sangre y sangre sucias se va a sentir mucho mejor.

— ¿Con Andromeda? —Preguntó frunciendo el ceño ligeramente la de cabellos rubios— Sabes que no hablo con ella desde que mi madre la quedó del tapiz.

— ¿Y por que no te hablas con ella no vas a devolver a la niñita?

— Lucius...

— Sirius siquiera era de tu total agrado ¿Por qué ahora eres muy empatica con su cría?

— Porque soy madre, saber que ella está sola me rompe el corazón, es como imaginarme a nuestro pequeño Draco.

— ¡No te atrevas a compararlos! —Exclamó escandalizado ¿Cómo era posible que su esposa comparara a una impura con alguien de linaje noble y limpio.— Narcissa, por favor.

— Solo esta semana... —Comentó con calma ganándose la mirada confundida del varón.— Solo permite que esté esta semana en lo que al menos nos encargamos de conseguirle un hogar.

— ¿Nos encargamos? —Repitió con incredulidad— ¿Estas bromeando, no Narcissa? —Hizo una pausa, Lucius cerró sus ojos alzando una mano para tallar el puente de su nariz algo frustrado por su esposa pero nada podía hacer para oponer pues sabía que su amada se mantendría obstinada.— Si se enteran de que el—Fue Interrumpido.

— Nadie se enterará. —Aseguró Narcissa antes de pasar su mirada a Bless. La pequeña de grandes ojos azules al sentir la mirada de la adulta algo avergonzada sonrió sin mostrar sus dientes y únicamente alzando sus mofletes.

Lucius observó en silencio a su esposa, era sorprendente que ella estuviese arriesgando el prestigio de los Malfoy solo por su tonto corazón compasivo. Él no dijo nada, solo dio media vuelta saliendo de aquella habitación.
Narcissa vio a su esposo salir dejando a las dos mujeres en la habitación, entonces ahí volvió su mirada a la niña caminando hasta ella.

— Hola pequeña.

— Hola—Saludó batiendo su pequeña mano, papá siempre le dijo que debía saludar a sus mayores.— ¿Cómo te llamas? —Preguntó mientras retrocedía un paso al ver a la adulta detenerse frente a ella.

— Yo me llamo Narcissa... ¿Tú como te llamas?

— Doseboom Mawy Back —Pronunció torpemente, aún no sabía pronunciar correctamente algunas letras pero eso no era impedimento para que ella hablase con mucha confianza.— Quiero irme...

Narcissa hizo una mueca pequeña al escuchar, ella no podía volver, no tenía a nadie, Sirius había sido mandado a Azkaban y de ahí no podría salir nunca. La idea de que esa pequeña se criara sola, huérfana, le estremecía profundamente el corazón.— No puedes volver, cariño.