𝘍𝘪𝘭𝘵𝘦𝘳 » Choi Yeonjun ❁۪۪༉‧

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─¡Noona! ¡Noona! ¡Despierte! ¡Llegará tarde sí no se levanta ahora! ─se escuchó un quejido por parte de su dueña, entendía que a la mayoría de los seres humanos les costaba levantarse de su cama en las mañanas, sin embargo, también sabía que ese día Soomin debía que ir a la universidad.
Ese título universitario de dibujo técnico no se conseguiría solo.

Tenía claro que no era correcto interrumpir la privacidad de un ser humano, y mucho menos si era del sexo contrario al de su programación, aún así no dejaría que perdiera un día de clases, ya que el estudio es una parte muy importante de su futuro, se arriesgo y abrió la puerta, encontrándose a Soomin arropada desde la cabeza hasta sus piecitos, parecía una bolita de ese modo, algo dentro de él vibró, pero lo ignoró y se acercó a ella.

─Soominnie noona, ya es de día y va tarde, llevo cinco minutos tratando de despertarla, faltan treinta minutos para que empiece su primer período. ─empezó a sacudirla suavemente, ya que si era muy fuerte podía asustarla o hacerle daño, algo que no quería que sucediese.

─¡Por el amor a Dios! Gracias Yeonjun. ─se quitó la sábana rosa que tenía encima, tomó una toalla que estaba cerca de su baño y se metió ahí, no sin antes meterle seguro para asegurarse que el androide no interrumpiera su privacidad.

Una sonrisa se implantó en el rostro de Yeonjun, por fin su dueña no se dirigió a él con uno de esos apodos un poco ofensivos que había usado para dirigirse a él, sintió que quería saltar, se sentía... Eufórico, dichoso, los androides no eran capaces de sentir emociones pero él sentía que sí, puesto que desde que había llegado a la vida de Soomin, una alegría lo comenzaba a embriagar lentamente.

Se dirigió rápidamente a la cocina, como su dueña estaría muy ocupada intentando estar lista lo más rápido posible y, según sus cálculos, no le daría el tiempo de poder cocinar algo, el desayuno es la comida más importante del día y no podía saltarsela.

Cocinaría algo rápido, un tteokboki clásico sería perfecto para que desayunase, así que busco en la nevera lo que necesitaría y se pondría manos a la obra. Al terminar, empezó a servir la comida en un plato hondo hecho de cerámica y pintado de azul, siendo interrumpido cuando Soomin detuvo su andar al estar en frente de él─. Choi, ¿Cómo estoy? ─aunque le costó comprender a qué se refería, supo que hablaba de su atuendo, el cual no le convenció a Yeonjun.

Lo habían programado con un gran sentido de la moda y sabía que ese conjunto no le quedaba bien en lo absoluto, era de mala educación decir que era abominable su ropa, sin embargo, no podía mentir, era imposible para él.

─No le queda bien noona, pruebese otra cosa. ─Soomin bajo su mirada y se dirigió corriendo de nuevo hacia su habitación, él volvió a su tarea de servir el desayuno, una vez terminó de colocar el plato en la alta superficie de mármol que tenía la mayor por mesa de comedor, fregó todo lo que usó en cuanto a cubiertos ─ya que debía procurarse de no mojarse─ hasta que Soomin volvió con otro conjunto, que tampoco le gustó, era más decente que el anterior, por supuesto, pero seguía sin convencerlo.

─¿Se ve mejor? ¿O aún no es suficiente? ─Yeonjun hizo un pulgar hacia arriba. La castaña estuvo a punto de emocionarse hasta que el pulgar terminó hacia abajo, haciendo que la mayor suspirase frustrada.

─Yo me encargo de eso, usted coma rápidamente, para que le dé tiempo de hacer todo lo demás. ─corrió hacia la habitación de la castaña y abrió su armario, habían bastante prendas de ropa en él, aunque en su mayoría eran de camisas holgadas de chico a su vez.

Empezó a sacar cada prenda del armario, buscando la que encajaría con la idea que tenía, y encontró lo que quería, se veía que ella no lo había usado desde hace mucho así que sería perfecto. ─Moonnie noona, ¿Ya terminó de comer? Es que ya saqué el conjunto.

─¿En serio? ─se escuchó a lo lejos, Soomin corrió hacia la habitación y encontró a Yeonjun sujetando un precioso top blanco con cuello alto, un mono deportivo del mismo color, ambas manchadas de distintos colores fluorescentes, desde verde hasta rosado, con una chaqueta también de ese color y manchas de tonos más claros─. Yeonjun, no me puedo poner eso, lo usaba mucho pero hice un proyecto de arte junto con unos compañeros que terminó en un total desastre, dañando aquel bonito conjunto.

─Ay, discúlpeme noona, no me di cuenta. ─hizo una reverencia como disculpa. Realmente no se había percatado de las máculas que comentaba la mayor─. Déjeme déjeme sacarle otro conjunto. ─al pronunciar aquello, siguió buscando en el armario, no había muchas prendas que le agradaran pero no debía darse por vencido hasta encontrar algo que favoreciera a su noona.

Luego de haber pasado unos pocos minutos consiguió algo que estaba seguro que funcionaría y lo sacó felizmente de ahí para lanzarlo hacia Soomin, quien apenas pudo atraparlo. Era una camisa blanca, poco holgada, un suéter color hueso con franjas negras en las mangas y en el cuello, un jean azul claro, y unas medias negras. Soomin se metió en el baño, mientras que el androide acomodaba todo nuevamente en su lugar, estaba cerrando el armario cuando su dueña salió del baño, estaba encantando, le quedaba mucho mejor de lo que pensaba, ella era muy bonita y vestida de ese modo la hacía ver perfecta ante sus ojos robóticos─, ¡Se ve perfecta! Póngase unos deportivos negros y estará completa.

Hizo lo que el androide le indicó, acomodó su cabello en una coleta baja, tomó su mochila y salió corriendo de la habitación, no sin antes darle un beso en la mejilla a Yeonjun─. Muchas gracias Yeonjun-ah, nos vemos más tarde.

Desapareció del campo de visión del androide, el cual se había quedado quieto en su lugar, se sentía pasmado, había alborotado todo en su interior, no sabía que pasaba con él pero si estaba claro de que quien provocada todo eso: Moon Soomin.