─Para finalizar este trimestre, realizarán un dibujo a mano, pueden utilizar los materiales que ustedes deseen, desde pinturas óleo, hasta grafito, solo les pediré que se inspiren en algo que haya cambiado su vida, quiero que me transmitan su pensar, un sentimiento, de eso se trata el arte, el dibujo, el transmitir sentimientos e ideologías. ─la campana que marcaba el final de la jornada estudiantil resonó en todo el aula, interrumpiendo al profesor Kang, quien solo suspiraba frustrado─. Nos vemos el lunes, que tengan un buen fin de semana. ─parte del alumnado correspondió el deseo del superior mientras que el resto guardaba sus pertenencias para retirarse, incluyendo a la castaña, quien todavía pensaba que sería aquello que dibujaría para su cuadro, debido a que nada brotaba de sus pensamientos.
Un toque inesperado en su hombro izquierdo proveniente de una pequeña mano la asustó, sin embargo, solo negó con su cabeza al darse cuenta de que se trataba de su mejor amiga, Seo Soojin.
─Moonnie, estoy emocionada, ya sé que haré para el dibujo.
─Yo no tengo ni idea Jinnie, no tiendo a dibujar a mano y no sé que haya alterado a grandes escalas mi día a día.
─Bueno Minnie, tal vez pueda ser un objeto, o una persona incluso, al menos en mi caso ─sonrió dulcemente─, yo trataré de hacer un retrato de Shuhua, ha revolucionado cada aspecto de mi vida desde que entró en el programa de intercambio en la universidad, me ha convertido en una niña cada vez que se acerca a mí, tan solo se puso ahí, sobre mi corazón y de allí no saldrá. ─las mejillas de la peli negra terminaron por colorearse de un hermoso carmesí. Ella era muy sentimental y se notaba como le tenía un gran amor a aquella tailandesa de piel blanquecina y cabellos tan negros cual carbón─. Se me hará tarde, nos vemos el lunes Soomin, no te abrumes, ya encontrarás tu musa. ─le dió unas palmadas en la espalda tratando de animarla y se fue corriendo del aula, mientras que Soomin apenas terminaba de acomodar su mochila en su hombro.
Fue la última en salir del aula, mientras caminaba por los extensos y fríos pasillos del lugar pensaba repetitivamente de que trataría su ilustración. Al estar fuera del establecimiento suspiró, sin detener su andar, tomó del bolsillo de sus vaqueros rosados sus audífonos y tras conectarlos a su teléfono celular, dejó que la música sonase en aleatorio.
Sus oídos se deleitaban con la versión de la canción Over and Over Again ─de Nathan Sykes─ por el idol Kang Taehyun, le transmitía un montón de amor tan solo con el ritmo lento y su voz dulce.
Inconscientemente al recordar la lírica de ésta pensó en Yeonjun, aquel androide con cabello amarillo vibrante que hace unos meses había llegado a su vida. Él la ayudaba mucho, la soledad había desaparecido de su vida con su presencia en la misma, su compañía era grata para ella, su corazón empezaba a latir con locura y sus mejillas se sonrosaban al estar junto a él, sus días ya no eran aburridos y era genial aprender algo nuevo cada día gracias al extenso conocimiento que aportaba la programación de Yeonjun.
En ese momento supo que era eso que había puesto su vida de color monótono en un arcoíris total, una idea se le cruzó por la mente y corrió hacia su hogar, que no estaba muy lejos de donde había detenido su andar.
Al estar en frente de la puerta, tocó el timbre mientras intentaba calmar su respiración, se abrió a los pocos segundos y vió a Yeonjun, tenía una ropa diferente a la de esta mañana y le quedaba muy bien, detuvo la música que resonaba en sus auriculares para luego entrar a la casa, pero antes de eso le sonrió al androide, quien le correspondió gustoso.
Lanzó la mochila al mueble más cercano y se adentró en su baño, Yeonjun solo se quedó en su lugar, confundido puesto que Soomin tenía la costumbre de comer algo mientras le contaba lo que había pasado durante su día, pero no le prestó mucha atención ya que solo se enfocaba en la hermosa sonrisa que le había dado, olvidándose por un momento de lo que hace rato se había dicho a sí mismo.
Soomin al terminar de asearse se dirigió al sótano a sacar todo lo que usaría, ella amaba usar acuarelas cuando apenas entraba a la adolescencia así que intentaría hacerlo con ese material, tomó unas hojas gruesas para resistir la humedad de estas, unos lápices de grafito y pinceles de distintas puntas. Al salir, se aseguró de cerrar la puerta, corrió hacia la mesa más cercana ─la del comedor, específicamente─ para dejar los materiales y dirigirse a la cocina para tomar unas servilletas, dos vasos con la misma cantidad de agua y los dejo en dicho lugar.
─Yeonye, necesito tu ayuda.
─Dígame Soominnie noona. ─sin más corrió hacia su dueña, atendiendo a cada palabra que brotaba de sus belfos.
─Tengo que hacer un dibujo para el final del trimestre y he escogido que tú serás lo que dibujaré.
─¡Oh! Esta bien, ¿Debería de cambiar mi ropa? ¿Cómo quiere que pose?
─No, así estás perfecto, y posa como tu quieras, de cualquier modo estás lindo así que déjame a mí el resto. ─Soomin se sentó en el suelo lustrado, ya que le gustaba dibujar ahí, mientras que Yeonjun hacia distintas poses, ninguna lo convencía y la castaña solo quería que se decidiera por alguna mientras mezclaba los colores amarillo y blanco en su paleta de madera.
─Junnie-ssi, me vas a volver loca, solo ponte en una posición cómoda para tí y ya.
─Esta bien. ─decidió por una pose normal, puso las manos dentro de los bolsillos de su mono deportivo y una mirada neutra, intentaba mantenerla así pero entre más lo miraba Soomin, más él añoraba ponerse lindo para ella.
─Sigues siendo un filtro que nunca antes había visto, Yeonjunnie. ─el mencionado sonrió involuntariamente, aunque rápidamente se puso serio nuevamente, sacándole risas a la castaña que daba el primer trazo a la hoja a utilizar.
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𝘍𝘪𝘭𝘵𝘦𝘳 » Choi Yeonjun ❁۪۪༉‧
Fanfic➳ Antes, al apreciar a Moon Soomin, podías darte cuenta de su semblante cansado, mostrando al exterior lo incolores que eran sus días, a pesar que tampoco se esforzaba en mezclar los colores en su propia paleta para animar su vida. ─Sus amigos al d...