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-¿Qué haces aquí?

Okay, esa no era la pregunta y menos la actitud que Lisa esperaba. Mínimo creía que la mayor sería más amable pero también tenia un plan b si es que se encontraba con esa situación.

Había planeado cada palabra y sabía como podría llegar a convencerla. Nada podría salir mal y cuando obtuvo toda la atención de Jisoo, decidio comenzar su pequeño discurso.

-V-veras...yo que-queria, bueno ya sabes jaja-. Sus nervios se hicieron presentes y Jisoo se recargo en el marco para hacerle una señal con la mano, esperando que continúe.

Había olvidado por completo todo lo que iba a decir cuando esos ojos brillosos lo observaron con curiosidad.

Lisa estaba jododa por completo, de nuevo.

-¿Si?-. La pelinegra parecía de peor humor por la pérdida de tiempo, o eso pensaba Lisa qué estaba imaginando los peores escenarios.

Las manos de Manoban comenzaron a sudar y su cuerpo empezaba levemente a temblar. De sus labios solamente salían incoherencias y Jisoo dejo de lado su enojo para tomarla entre sus brazos y ayudarla a ingresar. La puerta fue cerrada con fuerza y la pelirubia tembló por el ruido.

-Perdón, olvide que eras sensible a los ruidos fuertes-. Jisoo se acerco con temor al ver a su menor teniendo un pequeño ataque de nervios. No sabia si podría golpearla o abrazarla ya qué Lisa no pensaba en situaciones como esas.

Un silencio se hizo presente en la habitación mientras Lisa calmaba su respiración e intentaba juntar las palabras que tenia en la mente para articularlas con su lengua. Jisoo noto que se estaba forzando a si misma y fue en ese momento donde logro calmarla con unas pocas palabras.

-¿Estas bien? Tranquila, no estoy enojads contigo y ahora me preocupa más tu bienestar-. La pelinegra tomo con suavidad el rostro de la menor y le dedico una mirada brillosa mientras intentaba calmarla con suaves caricias .

-¿P-por qué?-. Los ojos de Lisa se llenaron de lágrimas y Jisoo rio suavemente.

¿Por que Jisoo era tan linda y dulce hasta cuando Lisa la había arruinado por completo?

¿Por que la menor podía jurar qué su corazón se escuchaban por toda la habitación?

-Sabes que todos tus caprichos, rabietas, tus cambios de humor de pasar a abrazarme a patearme y hasta aquellas veces en las que no entiendo nada de lo que dices, yo siempre te aceptaré y estaré ahí para ti. Admito qué aveces me agotó pero no puedo estar sin tu presencia. Tu felicidad siempre será lo más importante para mi y si puedo estar a tu lado en cada momento, sea de felicidad, enojo, tristeza, cualquier emoción, me sentiré agradecida de poder estar a tu lado-. Jisoo limpio con su pulgar las rebeldes lágrimas qué escapaban de aquellos lindos ojitos qué amaba y le dedico la sonrisa más brillante qué podría existir.

Los labios de Lisa se entreabrieron por la dulce e inocente confesión y un sollozo escapó de estos. Jisoo solamente se encargo de mirarla con ternura y dejar que se desahogue en su pecho todo lo que fuera necesario. Eran solo ellas dos en ese momento y nadie más, aunque siempre había sido así.

-S-soy un completo desastre-. Hablo la peli rubia mientras se observaba a si misma teniendo la nariz roja en la cámara frontal de su celular.

Un beso en su mejilla fue dejado mientras ella cerraba los ojos ante ese suave y delicado tacto qué duro solo unos segundos. La dulce risa hizo a Lisa abrir los ojos a la para que sus mejillas y orejas quemaban por completo.

-No eres un desastre-. Eres completamente bonita hasta en este estado pero como eres una renegada qué siempre me lleva la contraria, no me harías caso-. Jisoo le pasaba un pañuelo por el rostro y otro se lo coloco en la nariz, esperando a que la otra suene.

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