aventura entre tres tierras: Tierra de corazon

Capitulo 2

Su camino no tuvo tantos contratiempos, uno que otro pescador le ponía los ojos con duda y sospecha por si fuera un ladronzuelo, pero sin problema alguno llego a la bahía principal de embarque de los barcos mas grandes que en su corta vida ha presenciado, eran tan grandes como tres casas juntas, y tan altos como dos, pero lo esplendoroso era su casco y cubierta reforzados con hierro, eran barcos modernos según parecía, la ultima vez que estuvo en el puerto llego en un barca mediana de madera común pero solida, fue un viaje turbulento por el tiempo y la prisa con la que tiraron a su familia y pertenencias, un trato mandado e injustificado.

Aun asi no dejaba de ser sorprendente como avanzo la náutica en estos tiempos, se detuvo un momento saliendo de su asombro, eso sonó como un anciano, pero siguió de frente muy cerca del mar que lamia sus suelas.

Las pintorescas casas cerca de la bahía donde colgaban redes se hacían más escasas al acercarse más al faro, la estatua era enorme al parecer, su impotencia era aún mayor al acercarse; pero su ensoñación callo al sentir agua en sus botas, bajando la mirada obserbo que al parecer el faro no estaba tan unido al pueblo, una saliente de un río que unía al mar era lo que nos separaba de la civilización, lo suficiente mente hondo para mojar sus rodillas pero no era un impedimento, así continuo abraso seguro.

Pudo escuchar los zumbidos de sus perseguidores,  llegaron más rápido de lo que creyó al pueblo, pero savia que tardaría en rastrearlo al haber causado tan cerca del mar que borro su huellas hasta donde estaba,-vamos Cloudy, crucemos rápido y te prometo que te secare bien la lana.- jalo la correa del cordero para guiarlo en la mas de agua.

No sabía si alguien habitaba el faro en estos tiempos, pero esperaba que fuer amable si havia alguien. Así llegaron a los pies del fato, más bien a la base, un honor me hexágono donde se posicionaban los gigantescamente henormes pies, pero sentia un hedor horrible al rededor, sin muco a la izquierda de donde la estatua miraba al frente envontro una puerta en oxidación pero fija en la pared, dudo un poco levantando el brazo, pero toco de manera fuerte la puerta con el puño y espero una respuesta, un minuto y volvió a tocar, nada, a la tercera vez too más fuerte y grito -¿hola? ¿Se encuentra alguien aquí?, si ko abre o contestakpasar de todoas modos- así al llamar por cuarta vez su brazo quedó al aire al abrirse la puerta.

-quien osa tocar la puerta tan temprano en la mañana, no se atiende hasta en la tarde que venga la luz de la luna, por el amor a todos los percebes.- era la quejumbroso voz de un hombre que abrió la puerta con una cara trasnochada y somnolienta, el levanto la vista y no vio a nadie ya que rea muy alto, enfadado casi cierra la puerta si no lo detienen en el acto,- disculpe señor, pero mi intención no es molestarlo más de lo debido- el hombre bajo la mirada y vio al niño y al cordero desde arriba con furia subiéndolo su garganta.

-Mocoso, mas te vale que no sea un estupidez la que salga de tu boca que si no te iras con un diente menos por el golpe que te dare.- El hombre trato de calmarse llevándose una mano a la brete para reparar su seño fruncido y levantar sus negros cabellos de sus ojos para verlo mejor. -no señor, solo busco subir a la punta del faro, no quiero nada más que si permiso, no tengo intenciones de nada más.- el niño levanto las manos en señal de que es inofensivo.

-ash, no me vengas que eres uno de esos tontos que quieren terminar saltando de la cima del faro para terminar sus patéticas vidas, son una molestia de tripas que limpiar en el porche.- el hombre entrecerrados los ojos con sospecha, en niño no espero que el hombre salirse con tremendo pensamiento. Pero aun así tenía una razón y una excusa con la que puede pasar.- Al contrario señor, son un artista ambulante, busco paisajes que pintar y me gustaría tener una visión del pueblo desde arriba para mi obra, puedo mostrarle ejemplos si necesita pruebas.

Así giró a su amigo y de una de las bolsas sacó un libro de cuero raído pero de páginas vegetales conservadas para tendérselo al hombre que lo tomo con recelo, este empezó a hojear dibujos variados de platas, insectos y paisajes hechos a grafito y tinta, cada uno mejor cuanto más avanza, todos firmado con una contenta firma infantil que ponía "Olie".