──Priviet ── saluda una rubia mientras no para de reír a carcajadas.
Natasha no logra procesar lo recién ocurrido, e inconscientemente le aplica una llave quedando ella sentada encima de su espalda sosteniéndole los brazos.
──¡Agh! Suka, ¿así me recibes? ── Se queja con molestia. De todas formas no le extraña que Romanoff le haya atacado así, fue su culpa por aparecerse como si nada en casa ajena.
──¿¡Qué estás haciendo!? ¿¡Sabes el peligro al que expones a esta familia!? ── espeta la mayor, ahora mismo no sabe si sentirse contenta o furiosa por la llegada de su... bueno.
──No seas tonta, nadie me siguió. Y comes con ellos sin llevar armas encima, vaya... ── la cuestiona con burla, y con su marcado acento ruso.
La pelirroja la libera de su agarre y ahora las dos están sentadas cara a cara.
──No te muevas, Yelena ── ordena con una voz intimidante, pero a la rubia no le afecta.
──Escucha, no tengo micrófonos ni cámaras escondidas, no estoy aliada con un mafioso ni trabajo para alguien corrupto que quiera asesinar gente. ── Le alzó las manos en señal de rendición, poniendo su expresión facial más amigable.
──Oh, entonces decidiste darte unas vacaciones después de derrocar la Habitación Roja y cortar redes conmigo ── la otra contesta con ironía.
──Tenemos que hablar de muchas cosas, Natasha.
Se oyen unos pasos que provienen desde las escaleras y le sigue el grito preocupado de Clint.
──¡Nat! ¿Por qué se escuchó ruido arriba? ¿Pasó algo?
Natasha se apresuró a tapar con su mano la boca de Yelena y respondió con otro grito: ──¡Estoy bien, solo pasé a caerme intentando tomar algo que estaba muy alto!
──Bueno, cualquier cosa avisas ── se oye como baja los peldaños.
La mayor suspira como si estuvise muy agotada. Establece contacto visual nuevamente con Yelena y ve cómo ésta le sonríe pícara y le lame la mano.
──Asquerosa. ── La aleja y se limpia en el pantalón.
──El tipo te dice "Nat", ¿qué relación tienen ambos? ── dice la menor con un tono de voz molesto y su ceño fruncido, como queriendo decir algo más con esa sola pregunta.
──No te diré nada, vete al granero donde está el tractor guardado, ahí hablaremos. Voy en quince minutos para que no sospechen.
La joven le responde con un "bien" y va hacia la ventana, donde habilidosamente se coloca unos implementos y comienza a bajar por ahí.
"Realmente me hizo caso, no lo creo. Ahora sólo falta que vaya a tocar la puerta y se presente como una vendedora de seguros".
Se olvida de vestir el chaleco grisáceo por el que inicialmente había venido a su habitación, y cuando estaba a punto se bajar las escaleras, sonríe. Estaba feliz, la presencia de Yelena la hacía feliz. Ella no había cambiado, esta vez solo usaba una trenza y un traje, no de espía, pero sí cómodo para andar escalando casas. Sin embargo, Yelena es Yelena, una de las tantas víctimas de la Habitación Roja, y no estaba del todo segura si la chica actuaba con sobriedad o si trabaja con alguien más allá, visitándola con malas intenciones. Incluso se siente mal por desconfiar demasiado, ambas habían pasado por mucho juntas, la relación que suponía que actualmente tienen hacía que pensar en traicionarse la una a la otra fuera un acto imposible de ejecutar.
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Es Complicado ¦ YeleNat
FanficCómo describían su relación: es complicado. A pesar de tener en claro qué sentían, las constantes idas y vueltas del tipo de vida que llevan impide que puedan definir exactamente su "es complicado". Y a Yelena le medio molesta que Natasha no le haya...