Prólogo

54 5 0
                                    

Todos los personajes usados en este fic no son de mi tutoría sino del creador de BNHA sin más que empiece.
------------------------------------------------------------

Cuando por fin desperté, lo primero que vi fue una potente luz, excesiva y deslumbrante que me hizo entreabrir los ojos.

Pasados los segundos, mis ojos por fin se acostumbraron a la luminosidad y lo primero que vi fue un enorme cielo celeste y varias ramas rotas.

Al parecer me caí de un árbol, que curioso, juraría que en realidad caí de una iglesia.

Al instante que quise levantarme sentí un enorme dolor en todo mi cuerpo y no pude evitar soltar un quejido por el insoportable dolor.

Los minutos pasan y las nubes que por un momento me cubrían del incandescente sol se esparcieron en el celestino cielo.

Por unos momentos mi respiración por fin empezó a volver a la normalidad así que decidí hacer un prueba a mis pulmones y traté de respirar lentamente. Si siento un dolor punzante, mi costilla se rompió, si respiro y siento un dolor en todo el cuerpo, mi cuerpo está  entumecido.

–Ahh...no puedo...¿Eh?–

Cuando una voz chillona apareció me callé, tal vez una señorita estaba pasando por aquí pero al final resultó ser nadie.

–Me duele todo...–

Otra vez, de nuevo esa voz chillona apareció pero está vez me di cuenta de donde provenía.

–Yooh...ahh...-

La voz chillona era mía, pero eso era imposible, soy un tipo de 34 años.

Involuntariamente alcé mi brazo y pude ver una manos chiquitas con raspones y manchas de tierra húmeda.

–Esto...es un sueño muy raro-

No, si esto fuera un sueño no sentiría este tipo de dolor.

Ya veo, alguien me drogó ¿no?...me vendría bien recapitular.

Me presento, soy Izuku, un adulto de 34 años que ha tomado en toda su vida decisiones erróneas.

Soy del tipo "común" pero no se si me podría considerar así en un mundo donde el 80% de la población tiene un don como tener dedos flexibles, escupir fuego o la famosa super-fuerza.

Bien, mi quirk es "Smoke" no entraré en detalles de como funciona pero supongo que cualquiera lo sabría con solo el nombre.

Pues bien, dicho esto, todos mis primeros años que recuerdo me la pase como un méndigo para llevarse un pan a la boca pero eso cambió en un día que unas señoras me vieron y me llevaron a un orfanato.

–Bienvenido Izuku, ahora estás en la casa de Dios

Al comienzo me sentí desconfiado de las señoras pero a medida que pasaban los días, vi que en realidad son buenas personas.

Me daban comida, una cama y otros niños igual a mi, pero a veces teníamos que rezar, ir a la iglesia y decir varias cosas que no entendía pero como todos lo hacían yo seguía la corriente.

Los años pasan y veía a niños ser adoptados por adultos como nuevos niños venían al orfanato.

–Izuku-nii-chan, Izuku-nii-chan, ¡Ven a jugar!–

¡Mi nueva vida la viviré al máximo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora