Época de niñez

30 5 0
                                    

Todos los personajes usados en este fic no son de mi tutoría sino del creador de BNHA.
------------------------------------------------------------

Capítulo 1: ¿Este es mi mundo?

Ya había llegado la noche e Izuku que aún permanecía en el suelo empezó a levantarse poco a poco.

—Pov Izuku—

–Por fin, puedo pararme– pensé mientras me apoyaba con el tronco del árbol.

–Debo refugiarme– volví a hablar para mi comenzando a avanzar lentamente.

La zona en que me encontraba no era particularmente grande como me lo imaginé ya que en lo que yo calculo habria salido hace como 20 minutos incluso con mi estado actual.

–¿En que mierda me habré metido para acabar en este lugar?– me pregunté en mi mente mientras me sentaba en el pasto.

–¿Tal vez estaba huyendo de alguien?– pensé en mi primera opción.

–No, eso es imposible, solo soy un niño– dije en mi mente –Aunque ciertamente desde pequeño fui un pillo– terminé de pensar dejando soltar un suspiro.

–Bien, ¡es hora de buscar un refugio!– grité alegremente.

De hecho soy un profesional en los casos de encontrar refugio...

Aunque en realidad no es difícil encontrar refugio, es más, que sea de noche significa una buena suerte jajaja.

Pero estoy en un maldito bos-.

Antes de acabar la frase vi que estaba en un mirador famoso.

–All Vision–

Era un buen lugar donde se veía la mayoría de edificios de Musutafu.

Las parejas pasaban el rato juntos, veían el atardecer sujetados de la mano, se proponían matrimonio...tenían arto sexo...olviden lo último que dije.

Pero estar en este lugar es perfecto, tengo al menos un punto de referencia y si mi memoria no falla...

Lentamente me escabullo entre los arbustos, y agradecía internamente que los músculos ya no me dolían como antes porque lo que haría tendría que ver mucho mi rapidez.

–Kukuku, vamos chicos, miren miren–

–¡Woaah~! Tai-senpai tenías razón, hay personas teniendo sexo al aire libre–

–Callate tonto, cuidado que nos atrapan–

–Lo siento–

Chicos pubertos, muestrales un poco de piel femenina y se vuelven simios.

Ciertamente conozco este lugar porque más de una vez lo usé en el pasado, varias chicas que se hacían las introvertidas pero cuando menos lo esperas están gozando de...ya debo dejar de decir estupideces...

Lentamente me acerque a las bicicletas que habían dejado esos chicos, pero para mi mala suerte eran tan grandes que no llegaban a los asientos así que como humano tuve que rebajarme e ir en una posición incomoda donde mis pequeños y subdesarrollados huevos estaban siendo aplastados por el metal pero al menos llegaría pedalear.

Después de pasar por una tortura por fin pude llegar a la ciudad, así que caminando como cangrejo fui en busca de un refugio, pero como dije antes, es fácil encontrar uno.

Al encontrar alguno, rápidamente pase entre la multitud hasta llegar a una fila donde torpemente tropecé con un señor.

–¿Un niño? ¿qué haces aquí?– Habló un hombre que se notaba que sus ropas eran de una caridad

¡Mi nueva vida la viviré al máximo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora