Una Vez En Diciembre

Cita

La  ciudad de Mitras estaba iluminada, muchas casas decoradas con ayuda de la nieve, por alguna razón las casas colocaban arboles talados dentro de ellas, adornados por esferas de cristal, velas y una estrella en la punta. Levi observaba a los hijos de los ricos jugar con sus juguetes que parecían mas caros que su ropa.
Los restaurantes y bares se veían calidas a través de los cristales enormes—¿Bien a donde vamos?—pregunto Petra

—¿Te parece si vemos los puestos?

—Me parece perfecto.

El clima era frio, pero no había ventiscas que calaran los huesos, solo caia nieve con lentitud y calma. Tomados del brazo paseaban y husmeaban en los puestos, adornos y juguetes era lo que mas transitaba.
Habia un puesto de solo  pinos talados, para su ventas—Veamos los pinos

Observaban y rezumaban—Es triste que los tengan que cortar, pero aun agonizantes dan su belleza, su agonia es muy lenta—reflexiono Petra a lo que Levi solo la miraba por el rabillo del ojo.
—¿agonizando? —reflexionó el negrusco después de observar a Petra -¿Es una casualidad que lo este diciendo!? - penso

—¿Es usted el capitán Levi?—una voz masculina  interrumpio—No quiero molestarlo, buenas noches—restiro el sombrero de su cabeza al saludarlos—Verá soy un comerciante de té, no eh tenido mucho éxito, se que usted goza del té—se mostraba avergonzado

—¿Quieres que compre de tu té?—pregunto un poco frivolo

-No capitán, ¿Podria usarlo como publicidad?... pienso poner como slogan, “El té preferido por el capitán Levi”.

Petra observo al hombre dándose cuenta de que a pesar de ser de la ciudad mas rica, parecía muy sencillo, pues no portaba ropa de primera mano ni objetos de valor—Debo probarlo, no quiero ser responsable de una estafa—dijo el azabache

—Claro, pueden pasar a mi pequeño restaurante.

Siendo invitados se dirigieron al lugar, tenia una fachada no tan lujosa, mucho menos sencilla, el interior tenia mesas color vino y sillas acojinadas, unos estantes con cajas de te y otras bebidas.

Ambos se sentaron en una mesa para dos, el hombre se apresuro a servir las calidas y suaves bebidas—La casa invita, tenemos pastelillos y galletas—dijo

—Deme su mejor té y unas galletas de canela.

Mientras esperaban Levi no dejaba de observar el lugar, esta limpio para su  sorpresa, Petra lo admiraba acodada, sus cabellos endrinos y un poco enredados del frente, su piel tan fría y tersa. Cuando Levi se percato de ello, oculto su rostro tras su mano, aquello le ocacionaba una cierta vergüenza, incluso sintió el calor en sus mejillas—Oye, ¿Tengo algo en la frente?, o ¿Por qué me miras?.

—Es la primera vez que te veo mortificado—dijo jovial

—Nunca me habías visto así.

—Es la primera vez que te das cuenta, desde antes te miraba asi, solo  que no te percatabas.

Levi la miro atónito, ¿de verdad fue tan idiota, para no darse cuenta de ello?.
El hombre llego ofreciendo su mejor té a ambos—Aquí tienen, espero que les guste, aquí dejo las galletas, pueden quedarse el tiempo que gusten.

—Gracias—dijo Petra
Levi no perdió el tiempo y probo la bebida, el hombre no le quitaba la vista de encima, saboreo  minuciosamente. El sabor era agradable, la textura era sedosa. Petra imito al moreno y probo junto con las galletas.

—¿Y que le parecio?—pregunto

—La textura es perfecta... el sabor es lo suficientemente dulce, ¿Va a publicarlo en el periódico?.