Obsession. |Peter x Y/N|

Capitulo 14.

La joven de ojos cansados abrió estos lentamente, sintiendo sus parpados pesados, rogando por unos minutos más de descanso.

Su mirada se dirigió hacía la ventana, la cuál se encontraba con las persianas ligeramente corridas, por lo que pudo percibir el azul profundo del cielo a punto de amanecer. No tenía forma de saber la hora exacta, pero tenía claro que eran entre las cinco y seis de la mañana debido a los tonos en lo poco de cielo que le permitían ver las cortinas.

-¿Peter? -Llamó a su pareja con voz rasposa, nuevamente tenía la garganta seca aunque no había dormido más que un par de horas.

No escuchó nada tras la puerta, se levantó arrastrando las cadenas que le aprisionaban, para llamar nuevamente a Peter más cerca de la puerta, escuchando casi de inmediato las vibraciones en el piso gracias a los pasos apresurados de Peter, junto con el sonido desagradable de lo que ya sabía era un locker tras la puerta.

-¡Darling! Buenos días -La sonrisa radiante de Peter apareció en su campo de visión, para después sentir cómo este le daba un corto abrazo y un beso en la frente-. Es muy temprano, ¿no prefieres seguir durmiendo? -La tomó de las mejillas con cuidado, sintiendo un momento cómo estas se calentaban por el rubor en ellas.

Era innegable la forma en que su corazón se calentaba ante las palabras dulces y los pequeños besos de Peter, era inevitable que su cuerpo reaccionara de aquella forma al tener a la persona que amaba dándole tiernas caricias en los mofletes.

Apartó las manos de Peter tomando sus muñecas con sus frías manos, para después dirigirle una mirada sería, la cuál reflejaba su enojo.

-No quiero seguir aquí, este cuarto es... tétrico, Ni siquiera puedo llegar a la ventana o al interruptor. -Se quejó, tratando de no sonar molesta al decir aquello, ya que tenía claro en todo momento la situación en la que se encontraba y claro, ya sabía que cosas era capaz de hacer su novio con tal de cumplir sus caprichos.

Peter le miró, con ojitos de perro regañado, sintiendo pena por sus quejas.

-Lo sé, pero sólo necesito unas horas más, estoy terminando nuestro cuarto. -Nuevamente trató de tomarla de las mejillas, pero sintió cómo su novia se apartaba de entre sus brazos, incómoda por el contacto.

-Dije que no quiero seguir aquí. -Repitió, exigente.

Supo que se estaba arriesgando a provocar una reacción negativa en Peter, pero estaba demasiado nerviosa, ya no podía soportar el hecho de estar en un cuarto en el cuál ni siquiera podía encender o apagar la luz a su gusto, porque incluso eso lo debía hacer Peter.

-Por favor. -Se apresuró a decir ella con un tono más suave cuando el más alto estuvo a punto de contestarle, haciendo una mueca dudosa.

El de piel grisácea suspiró, finalmente derrotado cuando su novia volvió repetir sus ultimas palabras, junto con un abrazo en el cuál escondía su rostro en su pecho.

-Sólo puedo dejarte en el lugar dónde comimos, ¿no te molesta? -Le acarició la espalda al decir aquello, sintiendo contra su pecho cómo ella negaba con la cabeza.

Cualquier lugar con un mínimo de luz era mejor que esa habitación.

Lo que no pudo sentir fue el escalofrío que recorrió la espalda de la más baja, el toque de Peter no hacía más que aumentar el nerviosismo que ya recorría su cuerpo, provocando que sus piernas temblaran ligeramente.

Bajó la cabeza cuándo Peter la sacó de aquel cuarto, avergonzada de que él fuera al frente mientras llevaba entre sus brazos las cadenas, cómo si de una mascota se tratase. Era algo denigrante para ella. Parpadeó repetidas veces al llegar al lugar, ya que Peter se arrodilló de inmediato, sacando un enorme llavero con llaves que ya no podría contar con sus dedos. En el piso había un enorme soporte para fijar las cadenas allí, aquello no estaba en el centro del salón antes de que se fuera a dormir. Entendió perfectamente que Peter pretendía mantenerla encadenada, por lo que habría más de esos soportes por el resto del piso. 

-Voy a cocinar el desayuno y lo suficiente para ti el resto del día, ¿qué te gustaría? -La sonrisa resplandeciente de su novio nuevamente invadió su mirada.