Capitulo 13.

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Y/N se miró en el espejo del baño, admirando sus ojos hinchados y las marcas violetas que imitaban los dedos de Peter y rodeaban su cuello, incluso se veían dolorosas.

Sus fríos nudillos tocaron la puerta tres veces, avisando que estaba lista para salir del baño.

Escuchó los pasos apresurados de su novio acercarse a la puerta para abrirle, luego el sonido del seguro de la puerta para finalmente recibirla con una sonrisa.

-¿Disfrutaste tu baño? -Quiso cargarla nuevamente, pero esta se negó alejándose un poco, Peter frunció ligeramente los labios, pero no insistió-. La cena ya está lista, te acompaño al cuarto para que te vistas. -La cedió espacio para que caminara frente a él, aunque el recorrido devuelta al lugar era corto.

Y/N le miró incomoda al decir aquello, tragando saliva.

-N-no quiero... volver ahí. -Habló de la mejor forma en que su garganta reseca le permitió, tomando la mano del más alto en un intento de convencerlo.

Peter la miró enternecido ante el contacto de su mano fría contra la suya, la cuál se llevó a los labios y besó con cuidado, debido a las heridas recientes en las muñecas de Y/N.

-Lo sé, pero ya limpié la habitación y acomodé los muebles. -Él le miró con los ojos llenos de pena, para después besarle la frente.-. Te juro que es temporal, sólo dame medio día más y te llevo a otra habitación, ¿está bien? -La tomó del mentón con cuidado ya que ella sólo miraba hacía abajo, evitando su mirada.

La joven asintió sin decir más y volvió al lugar dónde había dormido para vestirse, sintiendo los pasos de Peter tras ella.

-Te espero aquí. -Dijo él antes de pasar la puerta rodeada por la gruesa pared.

Ella asintió y al cerrar la puerta acató que el cuarto ahora estaba iluminado, el interruptor estaba junto a la puerta.

Hizo una mueca ya que el lugar a pesar de estar limpio y oler mejor seguía siendo bastante incómodo de mirar debido a las paredes sin pintar, la simple cama contra la pared, la pequeña mesa entre la cama y la esquina y lo que más destacaban, las largas cadenas soldadas a la pared. La habitación tenía un aire... tétrico.

Se acercó a la ventana y movió las gruesas cortinas, parpadeando impresionada por los gruesos barrotes de la reja que protegían el cristal desde afuera. Trató de ver a través de estos, pero la oscuridad de la madrugada y la sutil luz de la luna no le dejaban vislumbrar gran cosa, sólo el amplio patio trasero del lugar. Antes de apartarse de la ventana pudo notar algo más gracias a la luz que se escapaba del cuarto en el cual era prisionera, estaba bastante alejada del césped de aquel patio.

-Un tercer o cuarto piso... -Susurró para si misma mientras trataba de encontrar más pistas respecto a su paradero.

Cuando Peter tocó la puerta preguntando si faltaba mucho, se vistió sin mucha prisa, tomando la ropa dentro del bolso tendido sobre la cama que Peter había dejado para ella y demás objetos de una caja sobre la pequeña mesa.

Mientras al otro lado de la puerta, el joven de ojos azules se encontraba esperando, apoyado contra la pared junto a la misma.

Se dejó ir un momento dentro de sus pensamientos, recapitulando lo sucedido en esas ultimas horas. 

Se maldijo a si mismo de mil formas distintas debido a que todo eso habría sido evitado si tan solo se hubiera llevado primero la caja fuerte, pero de nada le servía maldecirse. Lo hecho, hecho estaba.

Suspiró y sus pensamientos se dirigieron a su psiquiatra, el cuál se vio extrañado ante la noticia de que sus sesiones pasarían a ser dos veces por mes o en algunas ocasiones, una por mes.

Obsession. |Peter x Y/N|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora