Confusión

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Observaba todo a su alrededor sin entender como habia llegado a ese lugar, lo ultimo que recordaba era una luz blanca y ahora se encontraba en su habitación.

Al levantarse se tambaleó por un leve dolor de cabeza, no comprendía nada de lo que había pasado, divisó su uniforme sobre su escritorio y comprendió un poco mejor a lo que se tenia que enfrentar el día de hoy, hizo todo como lo recordaba, y se dispuso en dirección a si instituto, como buen inicio de clase la ceremonia fue breve con muchos discursos alentadores, sentía como si le faltara algo a su lado.

-Iwai-zu-mi-san- mencionaron 2 personas a su espalda.

- Hola Matsukawa, Hanamaki -

- ¿Y Oikawa? - pregunto el pelirosa.

-¿Oikawa? -

-Ese idiota todavía no llega - bufo Mattsun cruzándose de brazos.

- Que curioso verte sin el Iwaizumi-

-No se de que hablan -

Ambos chicos lo miraron sorprendido, pero no le dieron importancia, la campana había sonado para entrar a clases.

*****

El profundo sueño en el que se encontraba se le fue arrebatado por los rayos de sol que se reflejaba en su rostro, de mal humor logro levantarse para cerrar mejor la cortina y poder seguir durmiendo, pero una vez levantado escucho los gritos de su hermana para que se levantara, diviso su reloj y todavía era demasiado temprano para ir a la escuela.

Bajo hasta la parte baja refregándose los ojos, sin percatarse de nada a su alrededor, conocía todos los objetos de su casa. Se dirigió a la cocina para servirse desayuno junto a su familia pero noto que no podía llegar hasta el estante donde estaban las tazas, extrañado trato de impulsarse nuevamente pero se vio interrumpido por un estruendo de loza al caerse.

- Podrían ser menos ruidosas - se limito a decir, extrañándose que su voz sonara más suave de lo normal.

- Mamá, ¿Por que no dijiste que la novia del tío Tooru se quedo? -

- Takeru, tu grandioso tío no tiene novia - Hizo un ademán de verse fabuloso.

- Entonces... ¿Quién eres? -

Aquella pregunta lo confundió más de la cuenta, su hermana y sobrino lo miraban atentamente, esperando que dijera alguna palabra, mas no dijo nada, corrió hasta el baño más cercano para poder observarse.

Gritó.

Si, que gritó.

No podía creer lo que veía, no era él, no tenia su grandioso pelo corto, sus abdominales, sus altura, como no pudo notarlo, como no noto que su apariencia no era masculina, si no más bien era más femenina, como no pudo notar el largo de su pelo, o la voz más suave, tenia ganas de llorar. Al salir del lugar, corrió a los brazos de su hermana y no podía dejar de llorar.

- ¿El idiota de mi hermano que te hizo? -

- Nee... Nee-chaan - las palabras no lograban salir - nee-chan soy yo -

- No logro entenderte - menciono haciéndole cariño en su cabello.

- Nee-chan soy Tooru -

- Eso... eso es imposible -

Lloro desconsoladamente sin decir ni una palabra, no podía recordar que había hecho de mal para que le sucediera aquello.

Logro calmarse luego de varios cariños y masajes en su cabeza.

- Necesito ir a clases -

- ¿Cómo tienes cabeza para eso y no para solucionar tu problema? - su hermana no podía lograr comprender.

ᴇxᴏᴛɪᴄ ᴍᴜᴛᴀᴛɪᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora