Atrapados por Navidad. Wonderbat AU

🎅 Capítulo V. Christmas is all around 🎅

Los camareros estaban preparados en el jet, en la cabina del piloto. Bruce se despidió para ir a buscar a Diana a la puerta de embarque. El magnate llevaba un bonito traje negro de Gucci con una camisa blanca y una corbata también negra y un buen abrigo para no pasar frío afuera mientras caminaban entre el hangar y el aeropuerto. Por fin ya no nevaba por la noche. 

Diana le estaba esperando en la puerta de embarque, había dejado la maleta en un sitio seguro y se había puesto un bonito vestido de color blanco que le quedaba espectacularmente bien. 

Bruce sonrió al verla esperándole y se acercó a ella, a Diana se le iluminó la cara cuando le vio caminar hacia donde se encontraba. Se dieron dos besos en la mejilla en forma de saludo y Diana enroscó su brazo en el de Bruce para poder salir fuera. El magnate advirtió de que Diana no llevaba abrigo y sabía del frío invernal que había en por aquellas fechas, así que, se quitó el suyo y se lo puso en los hombros a Diana. 

— Hace frío afuera. Será por poco tiempo — Explicó Bruce mientras salían por la puerta de embarque y bajaban las escaleras yendo por el camino de nieve amontonada a los lados para que pudieran pasar. 

— Gracias, no sabía a dónde íbamos la verdad — Sonrió Diana mientras se acercaban al hangar de los aviones privados. 

— Me han dejado utilizar el jet para hospedarme aquí... Te hubiera propuesto quedarte pero lo mismo era excederse... — Se adentraron en el jet y Bruce cerró la puerta detrás de ellos. 

El avión tenía una mesa en medio que Clark había ayudado a poner, con dos platos servicios para ellos. Las luces estaban encendidas pero dejando que la luz de la ciudad en la que se encontraban iluminaran la estancia dándole un toque mágico al interior del avión. 

— Esto es increíble — Suspiró Diana mientras se acercaban a la mesa. Bruce retiró el asiento de Diana para que se sentara y lo volvió a acercar a la mesa. 

Bruce se sentó en frente y una vez que estuvieron listos, Scott y Jean aparecieron por la puerta de la cabina del piloto empujando un carrito con la comida que había encargado Bruce y con un vino especial tal y como había pedido. Se acercaron a la mesa y levantaron las tapas de los platos de comida esperando a ver que es lo que querían tomar. 

— No sabía que es lo que querías así que he cogido un poco de todo — Explicó Bruce al ver que Diana se sorprendía con la cantidad de comida que estaba delante suya. 

— Todo tiene buena pinta...

— Podemos probar de todo — Sugirió Bruce a lo que ella asintió. Scott empezó a repartir del primer plato a la pareja mientras que Jean abría el vino y lo vertía en las copas de cristal.

Con esto, empezaron a disfrutar de la cena y los nervios que habían tenido por toda la mañana comenzaron a disiparse. Todo empezó a ir como la seda, no habían nada de rareza entre ambos y se preguntaron por qué no habían tenido su primera cita antes. 

Hablaron, conversaron y las horas pasaron volando, no se daban cuenta ni de que Scott y Jean se habían despedido tiempo atrás y ahora estaban solos ellos dos. Habían dejado de sentarse en la mesa y la había apartado a uno de los lados de la habitación mientras que se sentaron en uno de los cómodos asientos del avión. 

— ¿Quieres ver algo en la pantalla? — Preguntó Bruce cuando vio que el tema de conversación que estaban tratando se estaba desvaneciendo. 

Diana asintió y vio que Bruce se inclinó hacia delante pasando por su lado, puede que confundiera lo que estaba haciendo, pero aún así siguió sus instintos y se inclinó hacia él también. Juntando sus labios en un tierno y cálido beso que hizo que en sus interiores revoletearan mariposas de todos los tamaños. Una electricidad especial que corría con gran intensidad por sus cuerpos. Haciendo que todo lo que pasase a su alrededor no fuera importante, que todo lo que estaba pasando afuera de su nidito de amor en el que estaban tan cómodos. No tardó tiempo en que Bruce correspondiera el beso y a medida que los segundos pasaban, se volvía más apasionado.