Una familia feliz

Capítulo 3 : Mudanza

Se observa a la familia Midoriya el auto es conducido por Hisashi mientras que Inko va de copiloto y Tomura e Izuku van en los asientos traseros claro que Izuku va en su aviento especial. El auto se trasladó a su nuevo hogar ya que los padres habían acordado mudarse a un lugar con más espacio para que todos se sintieran más cómodos ya que con la llegada de Izuku todos sintieron que el departamento se volvió más pequeño.

Inko: ¿Crees que estén cómodos? -pregunta la mujer a su esposo mientras voltea hacia atrás para ver a sus hijo dormidos-.

Hisashi: Yo creo que sí -responde a su esposa- después de todo si no estuvieran cómodos no vendrían roncando lo cual me sorprende de Izuku ya que cuesta mucho hacerlo dormir -dice mientras los observa por el espejo retrovisor-.

Inko: Tienes razón -dice más calmada para acomodarse pero inmediatamente vuelve a voltear hacia atrás-.

Hisashi: (supongo que esto es el instituto maternal) -piensa mientras ve la acción de su esposa.

El viaje duraría unas tres horas ya que se mudaban al otro lado de la ciudad de Mustafu por lo que decidieron contratar la mudanza el mismo día que habían encontrado una casa, debido a esto salieron ya algo tarde del departamento para ser exactos ya estaba anocheciendo y aún no llegaban a la nueva casa.

Inko: Sigo sin saber cómo lograste contratar un camión de mudanzas tan tarde -expresó la mujer a su esposo-.

Hisashi: Pues la verdad tuve que darles un poco más de dinero para que accedieran a hacer el trabajo tan tarde -dice mientras tiene una sonrisa un poco boba-.

Inko: Es lo que me temía -dice la mujer-.

Hisashi: ¿Qué quieres decir? -pregunta el hombre confundido-.

Inko: Creo que tal vez exageramos con los cambios ya que no somos precisamente ricos y míranos compramos una casa sin vender el apartamento y tú andas gastando el dinero para apresurar la mudanza -dice la mujer a su esposo-.

Hisashi: No te preocupes Inko con mi trabajo gano lo suficiente para poder hacer todo esto si no fuera así no lo haríamos -responde el hombre-.

Inko: Y hablando del tema nunca me has dicho en qué consiste exactamente tu trabajo -dice la mujer- digo se que eres oficinista pero nunca me contaste nada sobre tu trabajo a caso eres contador de la mafia o algo así -dice la mujer con un tono de burla-.

Hisashi: La verdad es que soy un supervillano que quiere dominar al mundo -dice con una voz un tanto tenebrosa-.

Inko: ¡¡¡¡QUÉ!!!! -grita mientras comienza a tener un ataque de ansiedad-.

Hisashi: Cálmate solo bromeó -dijo el hombre al ver la actitud de su esposa- la verdad es que soy contador en una empresa de préstamos y no te cuento nada del trabajo ya que no hay nada interesante que contar -termina de contar el hombre-.

Inko: Ya veo -contestó la mujer ya más calmado- la verdad nunca entenderé tu sentido del humor pero te imaginas yo casada con un supervillano que buena broma -dice mientras ve a su esposo-.

Hisashi: Si que broma (si supieras) -dice mientras sonríe-.

El viaje ya casi llegaba a su fin ya que no estaban a más de diez kilómetros de su nuevo hogar cuando de repente un olor muy fuerte y conocido llenó el auto junto con los sollozos del pequeño de la familia.

Tomura: Mamá creo que Izuku ya ensució su pañal -dice un poco adormilado ya que acaba de despertar debido al olor-.

Inko: Si ya lo noté -le responde a su hijo- Hisashi detente en la tienda para pasar a cambiar a Izuku al baño -dice mientras señala una tienda de autoservicio-.