Día 11: Estaba Escrito

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Eran las 2 de la tarde y comprobaba los últimos detalles, quería que todo saliera a la perfección, por lo que mientras trataría de mostrar normalidad hasta la hora indicada.

─ Señor Lawrence tiene una visita. ─ aviso Carmen a través de una llamada.

─ Hazlo pasar. ─ No pregunto de quien se trataba, porque asumía que se trataba del tonto de Jimmy que como casi a diario, se presentaba para convencerlo.

No levanto la mirada, estaba muy concentrado en firmar documentos.

─ ¿Necesitas decirme algo? ─ No dudaba de lo que el pelinegro le pediría, pero ya se le hacía costumbre preguntarle lo mismo.

─ Solo quiero saber si serás capaz de responderme con la verdad.

Levantó la mirada y no pudo ocultar su sorpresa de todas las personas que espero apareciera ante él, se encontraba la única persona a la que no deseaba ver (no por el momento), dejo sus documentos a un lado y le prestó atención al moreno.

─ LaRusso, me alegro verte aquí. ─ hablo con evidente sarcasmo, en verdad no quería verlo, se encontraba muy distraído con el evento que pasaría esa tarde. ─ ¿A qué se debe el honor de tu presencia en mi humilde empresa?

─ Ya lo dije Lawrence, quiero ver si serás capaz de responderme con la verdad.

─ ¿Y esa sería?

─ Si la razón de que cambiaras de actitud y que terminaras conmigo fue por los pequeños accidentes que los chicos empezaron a tener.

─ ¿De dónde sacas esa tontería?

─ Ayer hable con los chicos y rememorando cosas del pasado note que poco tiempo después del fallecimiento de tus padres, los chicos y yo empezamos a sufrir pequeños accidentes. Semanas después terminaste conmigo y cambiaste radicalmente.

─ LaRusso no sé qué habrá pasado por tu cabeza al tener semejante idea, pero te equivocas, te lo dije en aquella ocasión. ─ desvió la mirada, le dolía repetir aquellas palabras. ─ Deje de amarte. Así que hazte un favor y márchate.

─ Por lo menos ten la decencia de mirarme a la cara y decírmelo.

─ ¿Por qué tanta insistencia en que repita lo obvio? ─ Seguía negándose a verlo, porque sabía muy bien que diría algo que no debía decir.

─ Johnny... Aun te amo y eso jamás va a cambiar.

Apretó sus manos fuertemente, porque tenía que decirle eso, porque no fue capaz de quedarse callado. El ambiente se encontraba muy tenso, Daniel miraba fijamente al rubio, mientras que este seguía desviando su mirada, y mordiendo su lengua fuertemente para que esta dijera aquellas palabras que ansiaba decir.

─ Señor, lamento la interrupción, pero los mensajeros han llegado. ─ Entro Carmen rompiendo toda tensión, aunque sentía que había interrumpido algo importante.

─ Gracias Carmen, en un momento iré. ─ estaba agradecido por la aparición de la chica.

La mujer se retiró silenciosamente, mientras que Johnny se levantó de su lugar y con su típica sonrisa miró a Daniel.

─ Al parecer alguien me necesita, ya conoces la salida. ─ trato de pasar a su lado, pero el pelinegro lo detuvo.

─ No creas que esto se acabó. ─ acaricio su mejilla suavemente. ─ Hasta que no seas capaz de mirarme a los ojos y decirme que no me amas, yo no me rendiré.

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Sam estaba muy contenta el hombre llamado Daniel le había prometido que le pondría dibujo a los cuentos que ella escribiera, ella ya tenía 3 cuentos más que cuando el apareciera se los entregaría, ahora la pequeña se encontraba en una pequeña mesa donde se encontraba escribiendo otra historia.

12 Días (LawRusso) [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora