Bye my First

12

Está de más decir que Haechan no estaba muy de acuerdo con que viniera a casa de Yangyang, pero aún así no tuvo más que aceptar, y aquí estoy, a las espaldas de Yangyang esperando a que abra la puerta, conteniendo las ganas de salir corriendo.

-¡Llegué, y traje a alguien!- gritó apenas entramos a su casa, yo simplemente me mantuve a su lado viendo todo, era igual que la última vez que vine, pero se sentía tan...diferente-

-¡Minseo!- la madre de Yangyang salió del más allá y fue rápidamente hasta donde yo estaba para abrazarme haciendome sobresaltar un poco- ¿Cómo estás? No tienes idea de cuanto extrañé verte- se separó un poco y me sonrió-  Yangyang me había dicho que estabas muy ocupada, me alegra mucho que hayas podido venir.

-Tambien la extrañé mucho, y si, estoy muy bien- dije antes de ver a Yangyang el cual solo sonreía- ¿Y usted?

-Todo perfecto- ella sonrió y tomó mi mano- Bueno, no los interrumpo más, iré a hacer la comida ¿algo que quieras comer?

-Oh no, tranquila.

-Si necesitan algo saben donde encontrarme- ella tomó a Yangyang de la mano y lo llevó con ella a la cocina, me les quedé viendo extrañada hasta que escuché un "debiste avisarme que venía" lo cual me hizo reír un poco-

Yangyang no tardó más de un minuto en la cocina y cuando salió me sonrió un poco.

-¿Vamos a mi habitación?

Tomé un respiro profundo y asentí antes de seguirlo, al llegar, me quedé viendo todo, la decoración aquí si había cambiado un poco, pero no del todo.

-Ponte cómoda- él se sentó en la cama y yo empecé a buscar con la mirada donde podía sentarme, y al ver la silla que estaba frente al escritorio me dejé caer sobre ella-

Se me quedó viendo sin decir nada, yo no hice más que sostenerle la mirada durante unos segundos, pero cuando comencé a notar que se sonrojaba preferí apartar la mirada y comenzar a hablar.

-Tú...-inicié- ¿Qué querías decirme?

-Ah si, cierto, yo, yo...-tartamudeo- Tengo muchas cosas que decirte, y no sé por dónde comenzar.

-Por el inicio.

-Bien, entonces...-suspiró- Todo comenzo hace tres años- abrí mis ojos con impresión y él se encogió de hombros- Que te digo, todo comenzó el día que te conocí.

No pude evitar sonrojarme un poco.

-Ya habla, Liu.

-Bien, debo admitirlo, desde el día que te conocí me pareciste realmente hermosa, y en mis planes siempre estuvo tener algo contigo- alcé una de mis cejas- Y si, es como lo piensas, solo creí que serias una conquista más, pero no contaba con que te llevarías tan bien con todos.

-Que ganas de golpearte me han dado- dije pineidno mis ojos en blanco- ¿Ya puedo irme?

-Comprensible, y no, ahora, prosigo; cuando vi que te llevaste tan bien con todos preferí que todo quedara como una amistad, también te tenia mucho cariño así que no quería dañar nada, pero Dios, nunca dejaste de llamar mi atención, y ese día que me besaste no me pude resistir, todos me dijeron que mejor lo dejara ahí, por el bien de nuestra amistad, pero yo no quería y se que tú tampoco.

Me encogí de hombros.

-Me gustabas mucho.

-Y tú a mi.

-Si, pero sabemos que no de la misma manera.

-No en ese entonces y lo siento- no respondí- En ese momento sentía muy bien contigo, eras todo lo que quería y entendías que no quería una relación, según yo todo era perfecto, pero no me di cuenta de que yo...te gustaba en serio, lo siento.

-Ya olvídalo.

-No, yo debí darme cuenta, ahora que lo pienso si eras algo obvia- él dejó escapar una leve risa y yo solo puse los ojos en blanco, ¡Claro que lo era!- Debí pensar también en lo que tu querías, no solo en mi.

-Ya es algo tarde para eso.

-No lo creo- cuando sus ojos conectaron con los míos me encogí un poco en la silla, su mirada se habia tornado seria y logró cohibirme un poco- Quizá nunca me di cuenta de lo que sentías por mi, y tardé mucho en darme cuenta de lo que yo sentía por ti, pero esta vez si me doy cuenta lo idiota que estoy siendo, porque si, lo noto, así que dejaré de ser tan egoísta y me comportaré, por ti, no mereces seguir pasando malos ratos por mi culpa.

Lo vi sorprendida ¿en serio era el mismo Yangyang?

-Yangyang...

-Te quiero muchísimo Minseo- él se puso de pie y empezó a caminar en mi dirección- Y se que he dicho estupideces desde que llegué, pero tienes razón, verte con Haechan solo me hacía sentir celoso y decía cosas que sabia que le molestarian- al menos lo admite- Prometo que me disculparé y comportaré de ahora en adelante- se puso de cuclillas frente a mi y yo baje un poco la mirada para verlo a los ojos-

-Eh...creo que...gracias- me regaló una pequeña sonrisa y nos quedamos así unos segundos-

-Pero tengo una condición, ¡y antes de que lo digas, se que no estoy en posición de ponerlas! Pero...- se dejo caer al piso y yo cerré mis ojos, ya decía yo que era muy bueno para ser real-

-¿Pero...?

-En serio quiero recuperarte- volteé a verlo- Eras mi mejor amiga y te extraño- esas palabras hicieron que mi corazón se ablandara y mi boca respondiera antes de si quiera poder pensar-

-Yo también te extraño- idiota-

-¿Lo dices en serio?- la ilusión en su voz clavó una espina justo en mi corazón-

-No, bueno si, pero es complicado, Yangyang, recuperar nuestra amistad sería muy difícil. 

-¿Por qué?- suspiré-

-¿Por qué? Hay varias razones del porqué, comenzando con que no se si sería muy sano, y tu relación con Haechan no es la mejor, yo...

-Me disculparé, lo prometo- tomó mi mano haciéndome callar de inmediato y yo no apartaba la mirada de su agarre-

-Eso no lo solucionará todo- safé mi mano lentamente y lo vi a los ojos-

-Me comportaré- lo vi dudosa pero asentí- ¿Amigos?- esta vez estiró su mano en mi dirección y yo la vi con duda-

-Quizá- estrechamos las manos y él sonrió-

-No es un no.

-Pero podría serlo.

-Hare todo lo que pueda para que nunca sea un no.

Solo suspiré y solté su mano antes de ponerme de pie, cosa que el también hizo haciendo que quedáramos frente a frente.

-Iré a ver si tu madre necesita ayuda- asintió con una sonrisa y yo comencé a caminar hacia la puerta, pero justo antes de abrirla siento como Yangyang me abraza por la espalda.

-Gracias- susurra justo cuando estuve a punto de golpearlo con mi codo en el estómago-

-Ya sueltame si no quieres que te golpee- él soltó una pequeña risa y me dejo ir-

Abrí la puerta y caminé en dirección a la cocina con Yangyang siguiendo mis pasos mientras yo solo maldecía una y otra vez el haber aceptado esa estúpida condición.