Bye my First

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Y una vez más aquí estaba yo, sentada sobre la cama de Haechan en posición de indio con los brazos cruzados, viendo como él me observaba desde el otro lado del cuarto.

-Vamos Minseo...hace cinco minutos querías hacerlo y estabas muy emocionada.

-Pues si...pero ya no quiero.

-¡Pero yo quiero enseñarte!- dijo haciendo un pequeño berrinche y yo solo negué- ¡Amor!

-Nada de amor, así tampoco me convencerás, Donghyuck.

-Vamos...Min- se acercó hasta donde yo estaba y tomó mis manos a la vez que acercaba su rostro al mio- Preciosa, por favor, hagamoslo...-fue imposible no estremecerme ante su tono de voz-

-¡Bien, pero por favor deja de pedirlo así!, ya ni se si hablamos de lo mismo- él sonrió, obviamente satisfecho y yo me puse de pie- Si muero será tu culpa.

-No creo que mueras, puede que te rompas un brazo, ¿pero morir? No- genial-

-Si así me das ánimos, no quiero saber que me dirás cuando no quieras que haga algo.

-Yo jamás te diría que no.

-¿Y si te digo que me quiero lanzar de paracaídas?

-No- me señaló con su dedo indice- Lo hagas sin mi-lo vi con media sonrisa y negue- Bien, vamos.

Se agachó rápidamente para tomar la patineta que habiamos encontrado hace ya casi una hora y caminó a la puerta de su habitación. Yo lo seguí no muy segura, pero igual terminé junto a él en medio de la calle.

-Bien, es fácil- dijo colocando la patineta en el piso- Simplemente subes un pie, y con el otro te impulsas, así- hizo justo lo que había dicho y yo lo vi desplazarse un par de metros- Y para bajar solo frenas- bajo un pie y frenó al instante- Fácil.

-No, tú lo haces ver fácil.

-Es fácil.

-No para una persona que tiene cero equilibrio- dramaticé- Al universo le gusta verme en el piso.

-Lo sé- dijo con media sonrisa en el rostro y yo me crucé de brazos, estoy segura que por su cabeza está pasando un segmento llamado "las caídas de Minseo"-

-Donghyuck...

-Concentremonos- dijo volviéndo a la normalidad y dando un aplauso que me asustó- Vamos, te sostendré hasta que te sientas confiada.

-No te creo.

-Haces bien.

Yo suspiré y él regresó a mi lado.

-Dejame ayudarte a subir.

Sostuvo la patineta poniendo uno de sus pies en medio y tomó mis manos para ayudarme a subir con cuidado, tuve estabilidad por unos segundos, pero apenas quitó su pie sentí como las ruedas se desplazaron un poco y casi pierdo el equilibrio.

-Auch, auch- Haechan empezó a quejarse y yo lo vi sin comprender hasta que noté como había clavado mis uñas en sus manos-

-¡Lo siento!- dije aflojando mi agarré y él suspiró de alivió-

-Deberias cortarte las uñas, Min-dijo con una expresión de dolor y no pude evitar reír.

-Normalmente no te molestan- relajó su rostro y volteó a verme con un sonrisa maliciosa-

-No voy a discutir eso.

Sonreí triunfante sabiendo que había ganado, pero también sentí como mis mejillas se calentaban un poco por la vergüenza que me dio decir aquel comentario.