Small stories of rodrivan.

A little bit of alcohol | +r18.

𝐓𝐰𝐨/𝐭𝐰𝐨

Pov' rodrigo

-mierda mierda mierda-murmuraba el pelinegro.

Yo sentía mí corazón latir a mil por hora, ¿encerio ivan estaba enamorado de mí? me siento un boludo por no haberme dado cuenta antes.

Realmente no sabía que decir, mís manos temblaban por los nervios, nunca me había pasado algo así.

Tengo que admitir que desde hace mucho vengo dudando de mís gustos, y la cantidad de veces que pensé en ivan y todo lo que me parecía tierno de el, me vino a la cabeza, ¿acaso el también me gusta? ¿o solo me empezó a gustar porqué el me dijo que le gusto? No sé, es muy confuso.

-debes creer que es asqueroso- se ánimo a hablar el más alto, su voz demostraba inseguridad y en sus ojos había pequeñitas lágrimas acomulandose.

-no- respondí, el me miro sorprendido - no realmente, no siento asco ¿porque debería hacerlo? - hable y pregunté.

Ivan sé quedó mirándome en silencio unos segundos, y después se sonrojo para luego tratar de hablar -t-tal vez porque soy un hombre, y me g-g-us- trato de murmurar, sin poder terminar la última palabra.

-¿y si te digo que también me gustas? ¿Que pensarías? - exclamé, mí voz estaba extrañamente ronca y gruesa.

...

- que me estas jodiendo- respondió después de un tiempo, con un un claro tono de enojo en su voz.

- y si te digo que no es joda, y que realmente cada vez que te veo me haces feliz y pienso todo el tiempo en vos, ¿que pensas? - murmuraba mientras me acercaba 'disimuladamente' hacía el pelinegro.

Este al ver mí cercanía, se alejo un poco de mí.

Frunci el ceño, y sin estar completamente en mís cincos sentidos, tire de su brazo, haciendo que de la fuerza que dí , el contrario quede casi encima de mí cuerpo, con su rostro al lado del mío.

- eres tierno, y lindo - susurre en su oído, pude sentir como el cuerpo del contrario tembló completamente.

-y-ya, carrera... no es-toy para que me jodas, quiero irme- exclamó rápido, y claramente nervioso.

-mentira, te queres quedar, ¿no es así? ¿te puse nervioso? - pregunté, podía sentir la caliente respiración de ivan en mí cuello.

- que pasa sí te dijiera que tenes razon- me susurró bajito, siendo casi inaudible.

En mí boca se forma una sonrisa cuando me dí cuenta que mí cara estaba casi cerca de sus clavículas, debido a la posición en la que estábamos, me acerqué más a el, y nuevamente hable en susurros cerca de su piel, pero aun así mís labios no tocaban su cuerpo.

-no sé, ¿que te gustaría que pasará? - el contrario soltó un pequeño jadeo al sentir mí aliento caliente chocar con su lechoza piel.

Inconscientemente, nuestros rostros se empezaron a mover por si solos, hasta que estos quedaron uno enfrenté del otro.

Gracias a la a cercanía que teníamos, podía ver con claridad las facciones del pelinegro, sus lindos y rojos labios, sus perfecta piel, sus ojos levemente rojos por las anteriores lágrimas, sus mejillas sonrojadas y su cabello levemente desordenado.