Omegacember |Wangxian| 2021

22. Protección/Pelea.

Wei Wuxian se rió. Carcajadas que no llevaban consigo la alegría que alguna vez acompañó al omega resonaron por toda la Ciudad Sin Noche.

Todos los Líderes de Secta sintieron escalofríos con el sonido de las risas del Patriarca parado en el techo. Eran amargas, llenas de burla y con una pizca de dolor. El omega estaba en un mal estado. Ciertamente, el ambiente era sombrío desde su llegada.

—¿Quieren hablar de empatía? ¿Ustedes? ¡Qué caras duras! —siguió burlándose por lo dicho. El Líder Yao lo desaprobó con la mirada, pues fue él quien mencionó la faltaba de empatía mientras le reprochaba a Wei Wuxian el haber asesinado a los cultivadores Jin en el camino Qiongqin.

Jiang Cheng se contuvo de rodar los ojos, el Líder Yao era un fastidio. Jin Zixuan compartía su sentimiento, pues él sí fue capaz de disimular su disgusto por el hombre parado al lado suyo.

—¡Ustedes no saben lo que es la empatía! Si lo supieran, habrían entendido que los Wen de los Túmulos Funerarios no merecían el final que les dieron —comenzó a gritar, descargando el dolor de ver los cuerpos de las personas a la cuales quiso proteger colgados en la entrada. Como si fueran basura...—¡Hipócritas! —escupió con rabia viéndolos a todos.

Lan Xichen cerró los ojos. En el fondo, sabía que Wei Wuxian tenía razón.

—¡¿Cómo dices eso?! ¡Su indiferencia ante la guerra fue su condena! —Nie Mingjue respondió—No asesinaron, pero-

—¿Indiferencia? —repitió Wei Wuxian, interrumpiendo al líder—¿Indiferencia fue salvar y curar a Jiang Cheng? ¿Un líder de secta? —el omega mencionado apretó los dientes, y a su lado, Lan Xichen lo miró de reojo. Visualizó mentalmente las heridas en el pecho de su prometido. En verdad, tenía una gran deuda con los Wen.

Sobre todo, con Wen Qing. Y ahora que sus cenizas fueron dispersadas... ¿con qué cara reprocharía algo?

Nadie se atrevió a responder ante eso. Así que, con el camino libre, Wei Wuxian siguió.

—Los Wen que asesinaron y estaban dispuestos a asesinar a cultivadores murieron en el campo de guerra —caminó a lo largo del techo, riéndose de ver a todos observar aterrados cada paso que daba—Los Wen de los Túmulos Funerarios eran una rama medicinal, ellos no eran guerreros. No había cultivadores, ¿cómo podría formar un ejército con eso?

—Wei Wuxian, ¿crees que las deudas de sangre se pagan con palabras? —Jin Guangshan preguntó, al escuchar su voz, el omega quiso reírse aun más—¡Los cultivadores que asesinaste eran inocentes! ¡Jin Zixun era inocente!

La carcajada del Patriarca rompió con su discurso.

—¡Tan inocentes que estaban allí armados y listos para emboscarme! ¡Sí, muy inocentes! —continuó riéndose. Jiang Cheng frunció el ceño, ese no era el Wei Wuxian que conocía. Esa risa no era la del omega, esa risa era la del Patriarca Yiling.

Jin Guangyao torció los labios. Si seguía hablando, Wei Wuxian podría voltear algunas cartas.

—Y en cuanto a Jin Zixun, entiendo que piensan en mí como el culpable debido a la pelea que tuvimos, pero, con lo arrogante y soberbio que era ese alfa, ¿de verdad creen que no hubo más personas a las cuales pudo ofender? —allí, Jin Guangyao sabía que debía parar al omega. Estaba tocando terrenos peligrosos.

Jin Zixuan lo pensó. Y si debía decir la verdad, lo que Wei Wuxian decía tenía sentido. Él no podía ser el único con el que Jin Zixun tuviera problemas y confrontaciones. Él sabía cómo era su primo, no era alguien agradable.

Además, Jiang Yanli le habló mucho en defensa de su hermano marcial. Ella de verdad creía en la inocencia de Wei Wuxian, así que, ¿cómo él podría dudar de su esposa y madre de su hijo?