༄ Meds

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—Entonces ¿Qué dices? —preguntó Kakucho con estusiasmo.

Despegué la vista de mis apuntes para verlo. Estábamos estudiando para los finales de semestre.

—Takemichi quiere que salgamos esta noche —aclaró Mikey al notar mi desconcierto.
Él, Kakucho, Kokonoi y yo cruzábamos la carrera de periodismo.
De los cuatro, los más responsables éramos Koko y yo, los otros dos se la pasaban de fiesta en fiesta.

—No lo creo —respondió Koko, sin levantar la vista del libro en sus manos. —No puedo distraerme, cuánto antes me quite esta materia de encima, mejor.

Mikey resopló tirando el comic que estaba leyendo, al centro de la mesa. Kakucho se recostó sobre su brazo.

—¿Y qué se supone que festeja? —pregunté.

—Que su novia lo dejó —respondió Kokonoi, aún sin despegar la vista del libro.

—¿Eso es motivo de festejó? —inquirí.

—En realidad, sólo quiere ahogar sus penas —dijo Kakucho.

Lo pensé un momento. Habia pasado un año desde que me habia mudado y no tuve un respiro desde entonces.
Veía a los chicos, porque al vivir sólo, se instalaban por cuenta propia en mi pequeño apartamento.
Una pequeña distracción, no afectaría mis estudios.

—Entonces iré —dije.

Kokonoi, despegó la vista por primera vez, mientras los otros dos festejaban y dijo—: definitivamente no me perderé esta anomalía.

Un par de horas más tarde, nos volvíamos a encontrar en la puerta del bar.

—De todos los bares que hay en la ciudad ¿Tenias que elegir justo el más turbio? —bociferó Kokonoi.

Todos rieron por lo bajo, mientras Takemichi se rascaba la nuca—: lo lamento, pero es el más económico —respondió avergonzado.

—A mi me da igual, mientras haya alcohol... —dijo Mikey. Todos asentimos y Kokonoi murmuró algo que no escuché.

Adentro el ambiente se sentía pesado, una niebla espesa cubria el lugar, iluminada por unas pocas luces que parecian bailar al ritmo de la música indie.
El lugar me agrabada. Las paredes de ladrillos estaban decoradas con cuadros vintage, como un viejo bar europeo.

Nos acercamos a la barra y pedimos cinco pintas. Brindamos por nuestra amistad y por muchas tetas, como dijo Kakucho.

—Hablando de tetas... —susurró a mi lado—. ¿Hace cuanto que no tienes una alegría?

Hice memoria mientras le daba un largo trago a la cerveza fría. La verdad, no estaba seguro. De vez en tanto, tenía sexo, solo si se daba la oportunidad. Tenía la cabeza metida en los estudios.

—No lo recuerdo.

—Bueno, esta noche de aquí no te irás solo —dijo Kakucho palmeando mi espalda.

No respondí, porque sólo queria beber unas cuantas cervezas e irme a dormir.

Un par de horas después, acompañé a un Takemichi totalmente borracho a vomitar fuera del bar. Me apoyé en la pared y prendí un cigarrillo.
Mi amigo dejaba su estómago a mi lado, mientras yo contemplaba las estrellas. De repente escuché el ruido de unas botellas romperse, proveniente del lado más oscuro del callejón, a unos pocos metros de nosotros.

Agudicé la vista para distinguir en la oscuridad. Inicialmente crei que era una chica y un hombre, pero al notar que el de cabello largo tomaba control de la situación, supe que se trataban de dos tipos.

Because I Want You [Rinzu] [three shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora