𝐋𝐀 𝐇𝐄𝐑𝐌𝐀𝐍𝐀 𝐃𝐄 𝐏𝐀𝐊𝐄𝐓𝐄~Tonixtú

[04.CAMBIAR EL EQUIPO]

Pakete acababa de entrar a casa pensando en que Helena sí que les iba a traer suerte y que las cosas mejorarían para el Soto Alto muy pronto.

—¡¿Un coro?!—preguntaron los mellizos y su madre incrédulos

—Un coro—afirmó el padre

—¿Van a cambiar nuestro equipo...?— dijo Pakete

—¿...por un estúpido coro?— terminó la pregunta Olivia

—A ver, solo si bajáis a segunda, y como no vais a bajar...— se excusó el hombre

—Claro que van a bajar— dijo el hermano mayor de los mellizos desde el patio—¡A cuarta!

—¡Cierra el pico, Víctor!—le espetó Olivia

—¿Votaste en contra?Dime que votaste en contra—amenazó la madre de ambos mellizos cortando verduras con un cuchillo grande en la mano.

—Ten cuidado con lo que contestes, papá— le aconsejó su hija—Tiene un cuchillo en la mano.

—Claro que sí...Bueno, me abstuve— admitió Emilio, el padre de los chicos.

Los mellizos bufaron desesperados mientras su madre reía sin gracia.

—¿Te abstuviste?¿Y si nos ataca un ejército de zombies caníbales?—preguntó la mujer molesta

—Mamá, todos los zombies son caníbales— replicó Pakete que se encontraba junto a la ventana donde apareció Víctor, el hermano mayor.

—En eso tiene razón— apoyó Víctor

—Pues más a mi favor— dijo la madre mientras Víctor le pegaba a Pakete en la cabeza—¿Qué harás?¿Abstenerte?¿Dejar que los zombies nos coman vivos?

—A ver, Juana, no es lo mismo— replicó el padre

—Es peor—atacó Juana—Que desaparezca el equipo es una tragedia...Has traicionado todo aquello que juraste defender.

—Yo soy policía, yo defiendo la ley— se defendió Emilio

—Pues tenías que haber sacado tu arma reglamentaria y haberles dicho:"¡El equipo sigue en pie y al que no le guste le meto un tiro!"—exclamó Juana—¡Pero no, él se abstiene!

—¿Un coro?¡No me lo puedo creer!— se lamentó Pakete

—🎶Bien hecho, papá🎶— cantó Víctor con burla, apareciendo por la puerta de la cocina.

—Te voy a dar tal puñetazo que no vas a saber de dónde viene, Víctor — amenazó Olivia molesta

—A ver, Juana, la jefa de estudios tiene razón, van los penúltimos. Y no es que sean malos, pero...— el padre pensaba como acabar la frase

—Son horrorosos— se mofó Víctor

—Se acabó, lo mato— dijo Oliver caminando hacia él y siendo agarrada por el brazo por su mellizo.

—Calma — la tranquilizó Pakete

—Digamos que no son unos cracks— dijo Juana

—Son abominables— dijo Víctor mirando a sus hermanos mientras una de ellos le sacaba el dedo del medio sin ser vista por sus padres

—Pakete...ha fallado tres penaltis — recordó Emilio

—Cinco— corrigió Víctor—¿Queréis ver el vídeo?

—¡Ya lo hemos visto!— dijeron los dos

—¿Vosotros también?¡No!— se lamentó Pakete

—Y es lo que dice Laura:el fútbol genera dolor, rivalidad y...—Emilio fue interrumpido

—¡Pamplinas!— acabó Juana con la discusión

Se giró hacia la puerta y vió a Víctor.

—¡Quita para allá!— le dijo empujandolo por el hombro mientras salía de allí y los mellizos suspiraban.

La noche cayó y los dos hermanos miraban por la ventana del cuarto que compartían con su hermano mayor Víctor.

Enfrente de la casa observaban a su padre, que estaba al lado de un coche patrulla. Cuando eran niños pensaban que su padre era una especie de superhéroes, pero ahora saben que no lo es y que combate el mal poniendo multas, pero es su padre y lo quieren como es.

Pakete desvió su mirada de su padre y fue a parar a la ventana de enfrente, donde se podía ver a Helena.

Su hermana, al darse cuenta, le arreó una colleja.

—Auch— se quejó

—Deja de mirarla así que pareces un acosador, Francisco— le replicó su hermana

Pakete la ignoró y siguió contemplando a Helena.