1. Nubes negras, señal de tormenta

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- Mi vida es una mierda... voy a morir solo, virgen, sin casarme y sin hijos- Esto fue lo último que pensó Stiles al dormir en la que desde ese día sería su nueva habitación; pero para llegar a este punto debemos retroceder un poco para lograr entender los desastrosos pensamientos de este joven castaño de tez pálida y lunares como constelaciones.


La familia Stillinski se podría decir que era una familia acomodada en el reino de los lobos, tenían un buen linaje y a pesar de las adversidades, han logrado una armonía y una estabilidad amorosa y envidiable por muchos otros nobles, el padre de familia, Noah es un hombre respetado por ser el último secretario del rey anterior, cargo que desempeño de forma excepcional como todos lo han venido haciendo en su familia desde la creación del reino prácticamente, pues cuando el primogénito de los Stillinki cumple los 21 años o completa la educación necesaria para cumplir con las funciones del puesto de secretario del rey, se deben trasladar al castillo de los monarcas Hale y estar a su lado hasta que jubilen, mueran o muera el rey, y por esto eran muy bien recompensados, así que podríamos decir que es una tarea que vale la pena.


Claro que hay otras personas que han desempeñado ese papel fuera de la familia, pero son solo temporales hasta que se cumplan las condiciones necesarias para que un Stillinki pueda desempeñar el cargo.


Volviendo a Noah, este hombre tenía una vida feliz junto a su mujer Claudia, pero lamentablemente esta murió de una larga enfermedad dejando de ella, solo un pequeño niño al que todos lo conocían como Stiles; fue tan devastadora la muerte que el niño se volvió el protegido de su padre, tanto así que no tenía amigos, ni conocía a nadie fuera de su familia; fueron solo ellos dos durante mucho tiempo hasta que el destino trajo a Melissa, una bella y amorosa mujer que conquistó los corazones de ambos Stillinki y que junto a su hijo, un niño con mirada de cachorro llamado Scott, es que formaron una familia, como si ese par de chicos realmente fueran de sangre y sus padres, fuesen padres de ambos.


Pero la mierda de día para Stiles no comienza aquí, sino que comienza esta misma mañana, cuando se levantó y por su ventana vio unas nubes negras que le aseguraban un mal augurio; pensamiento que quiso sacudir de inmediato de su cabeza porque era una tontería pensar que eso le podría traer mala suerte.


-Hermano, mamá nos llama a desayunar, levántate rápido -Le dijo Scott desde la puerta para después bajar corriendo la escalera, Stiles se quedó quieto y en silencio un par de segundos hasta que lo escuchó, un golpe y un cuerpo rodar por la escalera, es que podría jurarlo por su vida, si su hermano no fuera un alfa estaría prácticamente muerto con lo torpe que era.


Se estiró un poco los músculos y tomó la bata que estaba en la silla para después bajar la escalera, le dio un beso a la que él consideraba su madre y un apretón en el hombro a su padre y posteriormente se sentó junto a su hermano que ya estaba devorando todo lo que tenía en el plato, Stiles negó con una sonrisa y procedió a poner algo de azúcar en su café, lentamente revolvió la taza y dio un largo trago...el cual terminó escupiendo por toda la mesa.


-Mierda le puse sal -Exclamó mientras se limpiaba la lengua con una servilleta.


-Fantástico - Pensó para sí mismo... algo tenía en la parte posterior del cuello que le susurraba que el día no iba a ir nada más que a peor.


-Señor, ha llegado el mensajero real y trae un decreto urgente -Dijo una de las mucamas a la vez que le entregaba el sobre que estaba puesto delicadamente en una charola de plata, Noah tomó el sobre y comenzó a leer rápidamente y todos en la mesa pusieron notar como al pobre hombre se le iba drenando el color de su cara.

El secretario del Rey LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora