30. Recuerdos Borrados.

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Abril:

Después de un mes verdaderamente exhausto y de tanta presión sobre mis hombros por fin estoy en casa lista para mi maratón de programas de criminología, hoy dejaré que el Agente Gibbs se encargue de los asuntos difíciles.

El gran pote de helado y las golosinas serán mis acompañantes fieles para una noche de misterio, no he podido dejar de pensar en todo lo que Williams tuvo que hacer para conseguir esos votos para mí.

-Él es más difícil de entender que el clima - le hablaba al Agente Gibbs.

-Me estas asustando - mi papá nunca perdería la costumbre de asustarme.

- ¿Por? - pregunte dudosa.

-Le estás hablando a un personaje ficticio que esta tras la pantalla - boom, golpe bajo.

-No vuelvas a decir eso sobre el buen agente Gibbs - le di una mirada en forma de advertencia mientras me metía a la boca unas gomitas de frutos rojos.

-Aún no entiendo cómo es que te gusta ver este programa y tampoco entiendo por qué te gusta alguien que te lleva más de cincuenta años, hija me preocupas - se sentó en el sofá para ver el programa conmigo.

-Tú me preocupas más papá - ataque esta vez.

-De que hablas - se hizo el desentendido.

-Quieres decirme algo y armas un circo porque no sabes cómo hacerlo, acaso es tan grave lo que tienes para decirme - lo mire directamente a los ojos, pero solo había tristeza en ellos.

-Me conoces demasiado bien y eso me asusta... - no lo deje continuar.

-Sino puedes decirlo está bien, lo podre saber después no iré a ningún lado - trate de reconfortarlo.

-Tiene que ser ahora, ya no puedo ocultártelo más - apretaba sus puños hasta que se volvieran blancos, realmente es algo importante.

-No me digas que tengo un hermano ¿Acaso es eso? - intuí, pero él solo se reía mientras negaba con la cara mirando al suelo.

-Entonces - trague grueso porque sabía que una tormenta se avecinaba.

-Tiene que ver con tu madre y no sé cómo podría decirlo - alzo su cabeza y me miro directamente a los ojos.

-Sigue, por favor no te preocupes - la incertidumbre se apodero de cada centímetro de mi ser.

-Hay muchas cosas que no te dije y de las cuales ahora me arrepiento tanto, no sé si después de lo que te contaré me seguirás viendo igual - paso sus manos temblorosas por su cara para limpiarse las lágrimas y me miro de esa manera en la cual entiendes que lo que viene a continuación no es bueno.

-Papá sé que todo tiene una explicación y sé que en el camino tuviste que perder a alguien, pero ahora me tienes a mí, no hay nada que haga confundir a mi corazón. Te amo - intente sujetar su mano, pero simplemente la alejo de mí.

-Tu mamá no murió - mi estómago dolió ferozmente y me aleje de él con una expresión devastadora - ella se suicidó - el dolor punzante se clavaba en mi corazón como una afilada daga envenenada.

-De que hablas papá, eso no puede ser - hable mientras mi mente me jugaba una mala pasada con imágenes aterradoras. Era ella la persona a la que veía en esas imágenes.

-Ella cambio mucho después de someterse a una medicina experimental para la esquizofrenia - ella no pudo hacerme esto a mí.

-Papá ella no solo hizo eso cierto, ella me lastimo - las lágrimas que más me han dolido son justamente estas.

Sin AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora