Capítulo Breve

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— Así que debo encargarme de la tienda toda la tarde... ¿ Algo mas que deba hacer? No se... ¿ Limpiar o acomodar algunas cosas ? — preguntaba Megumin con una hoja de papel en la mano.

— No, solo que atiendas el minimarket. Si llegan a entregar mercadería les dices que por favor la lleven al almacén. Ya esta pagado, que no te tomen el pelo. Que mas.. Que mas... A claro, si llega alguien a respostar gasolina fijate tu misma, suelen manipular el contador. — decía Wiz a la vez que se preparaba para salir.

— Bien... ¿ Hasta que hora debo atender? No puedo hacerlo toda la noche yo tengo que hacer tareas, trabajos y eso.

— Solo debes hacerlo hasta que llegue mi hermano. Es un poco estricto así que no lo arruines. — hablaba Wiz encaminandose a la puerta de salida. — Espero lo hagas bien.

— OK. Entonces, es hora de trabajar. — Dijo Megumin llena de motivación — ahora... Hasta que alguien venga mejor me pongo a estudiar un rato.

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En otro lugar no muy lejos de ahí.

— Doctora... ¿ Por qué- me siento - tan mal? — decía Max casi agonizando.

— Las pruebas no demuestran nada raro, solo es un pequeño error. No te preocupes.

— Que rabia... Estar aquí abajo... Esperando las ordenes de la bola de grasa de Alderp...

— El sentimiento es mutuo. Pero no pienses en eso. Por el momento lo mejor para ti es descansar.

— Oiga doctora... ¿ Por qué está aquí?

— ¿ De qué hablas?

— Hablo de que... La conozco desde hace mucho... Y... No entiendo como un ángel puede trabajar en este infierno.

— Puede resumirse en : las primeras oportunidades no siempre son las correctas.

— Pero... Quiero que me cuente cómo... Aghhh, me siento del asco.

— Te lo contaré en otra ocasión. De todas formas , estarás ahí por un tiempo, si te cuento toda mi vida ya no tendré como hacer conversación.

— ¿ Vendrá a verme? Es decir.... ¿ Continuará viniendo?

— Si, estas a mi cuidado. Te prometo que haré mi mejor esfuerzo Max.

— Gracias doctora.

Ya dejando la habitación, la mujer se apoya en la pared, la sensación de culpa recorre toda la espalda mientras ve al hombre al cual le a dado el peor sufrimiento, la esperanza.

Volviendo con Megu, está estaba durmiendo encima del libro que estaba estudiando. Al abrir los ojos lentamente se había dado cuenta que el libro estaba babeado.

— Creo que perdí la pasión por el estudio. — se dijo para sí antes de bostezar — Esta tienda está desierta... Falta poco para irme, creo que mejor voy a tirar todos los productos caducados.

Estirando las piernas, tomó una bolsa de basura y se fue tranquilamente a botar todo lo que ya no servía.
Justo cuando iba a empezar, alguien había entrado rápidamente.

— Oye mocosa ¿¡ Que crees que estas haciendo!? — le preguntó furioso un hombre vestido como un smoking. — ¡ Se supone que sólo debes cambiarle la fecha de caducidad!

— ¿ Eh? No entiendo ¿ quién es usted?

— Tch, mi hermana me dijo que había contratado a una chica no a una niña.

— ¡ Que no soy una niña! ¿¡ Por qué todos insisten en recalcarlo!?

— Señorita, no grite. He venido cansado y no tengo ganas de discutir con él personal que mi hermana a contratado.

— ¿ Hermana?... Acaso usted...

— Si, si dejemos las formalidades. Soy el hermano de esa vendedora buena para nada. Me llamo Ishigami Moichi.

— ¡ Ah usted es el mentalista de la tele!

— Ja, asi que eres una fan.

— No, de hecho solo mi mamá ve su programa, es algo aburrido.. Quiero decir... Que es tan genial haciendo la hipnosis que hasta yo me duermo.

— Entiendo la indirecta mocosa, agradece que estoy exhausto de lo contrario te echaría a patadas.

— Bien ya que usted ya llegó... Me voy.

La chica pasó por su lado y se fue a recoger su mochila. Tomó su libro y luego se despidió de su jefe. En ese momento fue cuando Wiz estaba regresando, parecia estar algo preocupada. Mientras que desde la ventana del autobus vio a Megumin irse.

Wiz llegó a la tienda y traía unas cuantas malas noticias. Para todos.

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— ¿ Como que el tratamiento no te funciona? — dijo su hermano dando un golpe a la pared de la frustración.

— El doctor dice que el cáncer ya está muy avanzado... Es todo... — explicó mientras caian algunas lágrimas. — Estoy muerta en vida...

— ¡ No! Debe haber otra manera, no se... Quizás puedas operarte... Quizás... Quizás...

— Ya no hay nada que se pueda hacer... Oni-san...

Sin decir nada, Moichi salió de la tienda y entró a su auto. Tenía que averiguar si había algo que pudiera salvar la vida de su hermana. Arrancó y condujo al hospital donde Wiz se hacía atender. Tiene que haber una forma de salvarla. Y solo puede rogar al cielo que algo así se pueda.

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Al llegar al hospital, lo primero que hizo fue buscar al doctor. Encontrandolo ya a punto de irse.
Moichi se acercó al galeno, recibiendo un saludo frío por parte de este.

— Se a que ha venido, pero le diré lo mismo que a su hermana, ya no hay más que hacer.

— Por favor, debe haber una operación que se pueda hacer.

— Es tarde, no importa si se va al más costoso y moderno. Regrese a casa, es lo único que puede hacer. — dijo el doctor abriendo la puerta del coche para después irse de ahí.

Con el ánimo por los suelos y casi llorando, Moichi se quedó parado sin decir o hacer nada. Mientras que alguien se acercó a él. Era un hombre en gabardina que tenía una oferta. En ese momento, solo se puso a llover. Un presagio de que nada volvería a ser como antes.

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Van a disculpar, en serio que estas navidades estoy ocupado. Hasta la ostia.
Dentro de dos días, dale historia.
Gracias por el apoyo.

KonoSuba Fanfic : Spectacular Spider... ¿Megu?  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora