Una Obsesión Enfermiza

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Un nuevo día, mismo horario, misma rutina en toda la casa. Quizás solo quitando el hecho de tener un inquilino temporal pero por lo demás todo seguía la misma situación de todos los días.

— Bien es sábado ¿ Puedo salir un rato? — hablo Megumin tras recoger los platos del desayuno.

— Olvidalo Megumin... ¡ No te he visto hacer tarea desde hace varias semanas! ¿ No será que estarás mal en algún curso? — preguntó seriamente su padre.

— ¡ Por supuesto que no! Mis notas no han bajado en nada. Si alguien duda de eso puede ir a mi escuela.

— Aún así no me gusta que estés saliendo a cada rato ¿ Que clase de ejemplo le estás dando a Komekko?

— Le enseñó que puede ser una buena estudiante sin la necesidad de pasársela sola todo el día en casa. Se llama tener vida social. En fin, me voy.

— ¡ Oye! Se fue... No se que hacer que esta chica...

— Si no me muevo, no me miran — se decía Kazuma algo incómodo desde el sofá.

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Hoy parecía ser el mejor día de la semana, no había ni una sola nube tapando el sol. Que a pesar de estar al descubierto no cambiaba en nada el clima. La flores que tanto ve de camino a la estación de tren empezaban a florecer mientras las abejas venían a recolectar el polem. Los niños salían a jugar junto a sus perros por toda la cuadra. Era un buen día como para estar sentado en un escritorio.

— Aunque es verdad eso de descuidarme... No quiero perder las oportunidades que me han dado. Pero... Luego veo como la gente me mira con admiración y... No se si podría dejarlo.

Mientras hacía su caminata, su teléfono empezó a sonar. La pantalla del celular mostró que se trataba del mismo número de ayer. Ya que no había que hacer nada, contesto la llamada.

— ¿ Hola?

— Es bueno escucharte otra vez ¿ Recuerdas que me debías un favor? Pues es momento de pagar tu deuda.

— Número equivocado.

— ¡¿ Que acaso ya te olvidaste que te salve la vida?!

— No recuerdo nada de eso por alguna razón. Pero ahora, hablando enserio  ¿ Quien eres?

— Por lo visto no recuerdas nada. Siendo ese el caso, reunámonos. Te espero dentro de una hora en el centro de la ciudad. Al lado de la compañía de seguros " Mirimiri"

— ¿ Que no podemos sólo hablar por teléfono ? Hoy quiero descansar un poco.

— Bueno... Si podríamos pero prefiero tener una charla en persona. Prometo no quitarte mucho tiempo seguro has estado ocupada en tus asuntos.

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En otra parte, en la zona industrial de la ciudad, Fujiwara ponía encima de la mesa los planos para su creación mientras miraba la foto enmarcada de Funifura.

— Después de tanto daño que me has hecho... ¿ Por qué no sales de mi cabeza? — decía al repasar los dedos por la foto — No me rendiré Funifura, se que en el fondo de tu corazón, sientes lo mismo que yo ¿ por que sino aceptaste mis sentimientos aquella vez?

Era lo que se decía a sí mismo para luego dejar la foto en la mesa para comenzar a ver las fotos que Funifura publicaba en redes.

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Megumin esperaba a la desconocida chica que la llamó hace un rato. Estaba sentada en una banca comiendo un helado, viendo hacia el cielo, como sospechando que su pequeño descanso iba a terminar una vez que aquella chica apareciera.

KonoSuba Fanfic : Spectacular Spider... ¿Megu?  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora