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2019

Narra Isabel



Caminé en dirección hacia a mi casa una vez salí del trabajo. Estaba en los últimos días de trabajo para finalizar los tres meses de estar en la empresa.

Fotografiaba a modelos con ropa de distintas marcas para la revista en la que trabajaba.

La verdad es que estaba decepcionada. No era por ser fotógrafa, sino las personas que me rodeaban, ya sean los propios modelos, que estos se creían superiores al resto, o por mis compañeros, que no paraban de criticar todo lo que hacía. Siempre tenía que hacer lo que ellos dijeran.

Sacaba mejores fotos que ellos, pero mis compañeros hacían todo lo posible para menospreciar mi trabajo, sacando cualquier error aunque no lo hubiese.

Millones de veces salía del trabajo con la autoestima por los suelos por sus comentarios despectivos. Al principio me afectaba esos comentarios, pero gracias a mis padres aprendí que no les tenía que hacer caso, que lo único que tenían era envidia de mí. Y razón no les falta, comparaba mis fotos con las de ellos, y a mí parecer, tenían mejores resultados mi reportaje que la de ellos.

Me paré al ver en el tablón de anuncios, un papel con letras más llamativas en las palabras: “Se necesita fotógrafo/a con experiencia en el trabajo”.

Una vez leí todo el papel, saqué mi móvil y saqué una foto a ese papel. Podría probar suerte para ver si me escogían.

La empresa que solicitaba un fotógrafo era Urban Roosters.

Saqué las llaves de mi casa, y entré encontrándome con mi madre enfrente mío. Llevaba una toalla en las manos mientras se las limpiaba.


- Hola mamá- la saludé una vez dejé mi mochila en la esquina del salón

- ¿Qué tal en el trabajo?- preguntó una vez más. Desde que les conté lo que me ocurría con mis compañeros de trabajo, no paró de preocuparse tanto ella como mi padre cada vez que venía de allí

- Bien- me hundí de hombros- No les he hecho caso en ningún momento- me senté en el sofá sacando mi móvil

- ¿Siguen igual?- volvió a preguntar. Pulsé en el buscador para poner Urban Roosters”, apareciendo la página oficial de esa empresa

- La verdad es que se han calmado, ya no me dicen muchas cosas- alcé mi vista para verla- Yo creo que como saben que me quedan días para irme de allí, me dejan en paz- se escuchó por la sala un suspiro de ella

- ¿Y qué vas a hacer después? ¿Has mirado puestos de trabajo?- asentí y alcé mi móvil con la página puesta

- Estoy mirando en una empresa. Tengo que informarme de todo y ya de ahí veré que hacer. Pero seguramente que sí me presente para el puesto- asintió con la cabeza, y antes de desaparecer del salón dejándome tranquila, se giró de nuevo

- Si necesitas ayuda o algo, avísanos a tu padre o a mí, ya buscaremos otra solución por si no te cogen en esa empresa- asentí con una sonrisa, y finalmente mi madre se fue regalándome otra sonrisa


Suspiré, y puse de nuevo mi atención en el móvil.

Tenía que conseguir ese trabajo sí o sí.




















































Soy consciente de que es corto el capítulo, pero es el inicio para dar un poco de contexto.

Un saludo💖.

Como Estrellas II (Bnet)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora