Como Estrellas II (Bnet)

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- Piénsalo bien Isabel, es una gran oportunidad- dijo Pedro extendiéndome un papel con el correo de la empresa de Red Bull- Tienes talento para hacer este proyecto de sobra- cogí el papel y miré aquel correo detenidamente, para seguidamente mirarle fijamente- Piénsalo bien- me mostró una pequeña sonrisa mientras apoyaba su mano en mi hombro

Asentí ante su propuesta y de nuevo miré el correo, reeplanteando en si escribir o no.

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Dejé de mirar el techo de mi habitación recordando la tarde con la que hablé con Pedro, para coger el papel de mi mesita de noche.

Tenía razón Pedro, era una gran oportunidad y no podía desperdiciarla.

Desde mi móvil, entré en mi correo electrónico y escribí a aquel correo, poniendo como me dijo Pedro que venía de su parte.

Una vez envié el correo, apagué el móvil dejándolo a un lado y miré el techo como siempre hacía cuando pensaba.

No sabía que estaban tan interesados en mí para hacer ese trabajo.

El sonido del timbre de mi casa se escuchó. Bufé mientras me levantaba de la cama y me dirigí hacia la puerta.

Quién sería ahora.

Abrí la puerta y mis ojos se abrieron tanto que pensaba que se me iban a salir.

- Javi- susurré formándose una sonrisa en mi cara mientras le veía

- El mismo- se rió arrimándose a mí para formar un abrazo

Había venido.

- No me lo puedo creer- murmuré aún abrazada a él sintiendo aquel calor que sentía entre sus brazos- La jornada es dentro de unos días- me separé de él sintiendo como mi cuerpo se alegraba por verle. Le había echado de menos- ¿Qué haces aquí?- pregunté sonriendo. Él sonrió y agarró mi mano, juntando nuestros dedos como hacíamos antes

- Me apetecía verte- contestó con simpleza, cosa que hizo que mi corazón diera un vuelco por sus palabras- Así podemos vernos todos estos días antes de que me vaya- se quedó callado para seguir hablando después- Ya sabes, estar solos- asentí ante su respuesta y me solté de su agarre, cosa que no me apetecía

- Cojo mis cosas y bajo, no tardo- avisé para marcharme rápidamente a mi habitación y coger mi bolso. Cerré la puerta de mi casa y le miré sonriendo- ¿Vamos?- este asintió e instantáneamente unimos nuestras manos

- Me apetece que me enseñes lugares de aquí, nunca he estado- me miró y asentí eufasivamente

Me gustaba que tuviese interés sobre dónde vivía.

Empezamos a caminar a pasos lentos, disfrutando de los edificios y lugares que le iba enseñando. Aunque también disfrutaba de su presencia.