— Entonces mañana a las nueve de la noche —
Sin más Camilo cojio el balde y se apresuró a llegar a la casa madrigal.
Ella solo suspiro.
— Alma — Entraste a su cuarto con sigilo.
— ¿Que pasa querida? — Se dio la vuelta para mirarte.
—Quería que... Me de permiso de salir más temprano, es que tengo una reunión —No ibas a decir que te juntarias con Camilo.
Así es, trabajabas en la casa Madrigal, ya que la casa era muy grande y los Madrigal estaban muy ocupados ayudando al pueblo.
— ¡Claro!, como podría negarte eso querida—
Sonreiste, a las siete ya estabas arreglandote el Cabello, te pusiste un vestido rojo medio escotado, estabas muy nerviosa.
— Tranquila.. No estés nerviosa solo es una simple salida.. No te hagas ilusiones ____, el solo te ve como su amiga — Se hablaba a si misma.
Ya eran las nueve y estabas parada en el bosque, en el medio del pasto como lo habían acordado, te llevaste las manos a tu pecho, tu corazón latía a mil.
— Que puntual — Escuchaste a tus espaldas.
— Ya sabes como soy — Sonreiste.
— ¡Bien! La idea era pasear por el pueblo pero decidí mejor pasear por el bosque, ya sabes para que sea más entretenido —Hablo camilo.
— Bueno ¿ Que hacemos señor sonrisas? —
— ¡Contemplar el bosque! — te agarró a mano jalandote hacia adelante.
— Puedo caminar sola — te safaste de el.
Ambos caminaban en la oscuridad, se veía como la luna los perseguía.
Viste un río y una risa malévola invadió tu rostro.
— Juguemos algo — hablaste.
— ¿qué? —
— Te taparse los ojos y tienes que seguirme, te guíate, si te rindes pierdes —
— y si no pierdo que ganó —
— ¡Unas arepas echas por mí! —
— Me tientas me tientas..¡Aceptó! Pero que sean triples eh —
Sonreiste y asentiste, te pusiste atrás tapando sus ojos.
— Listo? —
— Naci listo —
Lo dirigirte al río.
— Ya casi —
Al estar cerca del río destapaste sus ojos y lo empujaste.
Al caer por el impacto y el susto se transformó en barias personas a la vez.
Tu solo reías viendo como el hacía gestos graciosos y transformaciones de gente random.
— Hija de... — se paro y fue tras de ti.
— ¡no! — corriste lejos de el — No te me acerques hombre del mal —
— ¡Te tengo! —te alzó y te dirigió al río.
— ¡No por favor! —
— ¡ Te lo mereces! —
—¡no!, ¡al agua no! ¡No me gusta bañarme! Haré lo que sea por favor — pataleaste.
Sentiste como paro.
— ¿Lo que sea? —te susurro en la oreja.
— No... Mejor tírame de una vez —
Te soltó de repente y hizo que lo miraras.
— niña tonta, si hago eso te agarrara un resfriado —
— De todas maneras no are lo que tu quieras — Te ponías nerviosa por su acercamiento.
— Deja de mentir, no sabes actuar ¿sabes? —
— ¿ a qué te refieres? —
Ambos se veían, uno más cerca que el otro.
— Sabes que me deseas —
—No, no lo hago —
— Pues yo sí —
Te tomo del mentón acechando sus labios a los tuyos hasta sentirlos.
Era un pasadizo lento, su mano bajo a tu cintura, sus rizos empapados mojo tu rostro, pero eso no importaba ahora.
Querías acerté la fuerte pero simplemente no podías, su solo tacto te deretia como helado en el calor.
Se separaron del beso por falta de aire, antes de que dijeras una palabra te beso nuevamente.
Ambos se recostaron en el pasto el arriba de ti, seguían besándose.
Hasta que por fin se separaron.
— Esto..no —Trataste de hablar pero el te interrumpió.
— Las palabras no importan ahora —te cayó con otro beso, sonrió y se separó de ti.
Estabas en shok, no podías creer que estabas haciendo, tenías este sueño hacemucho y por fin se cumplía.
— Ambos sabemos que no me quiero comprometer —
Lo viste.
— ¿Entonces por qué lo haces? —
— Por la familia, La abuela —
— Camilo.. —
—Shu..aprovechemos este momento solo para nosotros dos —
