ஜ۩۞۩ஜN̈är̈äk̈ä(1) ஜ۩۞۩ஜ

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Quién pudiera decir que luego de duras semanas de exámenes finales y tensiones emocionales, los chicos hubieran logrado superar el semestre satisfactoriamente. En esos momentos era perfecto el inicio del Festival, cuyos preparativos ya se venían gestando desde el comienzo de clases. A los estudiantes los animaban estas actividades y lo tomaban como una última reunión de amigos antes de tomar caminos separados en las vacaciones. Por tanto, si tenías pensamientos o cuestiones sin resolver, debías aprovechar esa semana para atar los cabos sueltos; si no, esos asuntos corrían el riesgo de quedarse inconclusos. Youngjo estaba al tanto de esa posibilidad, al igual que Geonhak. La necesidad de resolver sus dilemas se volvía cada vez más urgente teniendo en cuenta que el próximo curso sería su último año universitario.

Geonhak finalmente se había decidido a confesarle sus sentimientos a Seoho, pero cuando se es el Presidente del Consejo Estudiantil la agenda se mantiene ocupada, y no sabía cómo lograría quedarse a solas con él. Peor aún, le preocupaba ponerse nervioso y arruinar el momento con alguna burrada. Necesitaba el apoyo de alguien que entendiera su situación. Normalmente acudiría a Youngjo, pero el susodicho se encontraba atareado ayudando con algunas decoraciones durante los primeros días en los que se alistaba la festividad. Además, ambos no se encontraban en muy buenos términos desde la última vez, a pesar de haber menguado la tensión existente. Acudir a Hwanwoong le fue más sencillo, mucho más cuando era el encargado de monitorear los preparativos de las facultades relacionadas a las artes escénicas.

— Entonces ¿cuándo crees que sería un buen momento para decirle?

— No estoy seguro. — Dijo Hwanwoong acomodando los vestuarios en el backstage. — Conociéndolos a ambos... creo que mejor te confiesas en un momento de descanso.

— Es difícil, siempre está rodeado de gente y le gusta chequear todo, es un perfeccionista. — Dijo con hastío.

— Pues vas a tener que hacer un esfuerzo y llevártelo a rastras si hace falta.

— Puedo hacer eso. — Asintió con la cabeza. — Pero no quiero hacerlo muy obvio... no sé si sabes a lo que me refiero.

El menor se mantuvo pensativo por unos segundos.

— Si lo pienso bien... creo que sería buen momento si lo hicieras después del juego de fútbol.

— Hwanwoong-ah pero, ambos jugaremos en el partido... y en equipos diferentes para colmo.

— Pero después del partido tendrán un tiempo para asearse y demás. — Hizo un gesto de obviedad. — Ahí aprovechas que los demás están ocupados y discretamente te lo llevas a las gradas vacías ¿entiendes?

La expresión de Geonhak fue como si le hubieran alumbrado el camino, algo que le resultó muy gracioso al menor.

— ¡Claro! ¿¡Cómo no lo pensé antes¡? — Se alborotó los cabellos con fastidio. — Gracias Hwanwoong-ah; sin tu apoyo no tendría la valentía de confesarme.

El chico de voz gruesa le sonrió al menor en forma de agradecimiento. El contrario agitó las manos expresando que no había nada que agradecer. Luego de unos minutos en silencio, Hwanwoong se atrevió a preguntar:

— Youngjo-hyung... ¿se levantó temprano hoy también? — Carraspeó un poco, tratando de aliviar de alguna manera la incomodidad. — Cuando desperté no lo vi en el dormitorio.

— Sí, se mantiene ocupado ayudando con la decoración, ya sabes... sus diseños suelen ser muy populares.

— Está trabajando duro incluso después de los exámenes finales. — El menor dejó salir un largo suspiro con un toque de preocupación. — Sigue regresando muy tarde.

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