Betty salió conmocionada de la iglesia y vago por las calles de Cartagena hasta llegar a una playa.
Esa tarde habían representado el milagro de la Navidad y habían montado un pesebre en la playa, aún quedaban en el pesebre las figuras de la mula y el buey, una cuna vacía y balas de paja por todos lados.
Se sentó encima de una bala de paja y empezó a llorar por todo lo que le había ocurrido esa noche. Su corazón aún latía alocadamente. Escuchar su voz de nuevo hizo que comenzará a latir como hacia mucho tiempo no lo hacia. Y después de escuchar su confesión un dolor extraño la inundo.
Él la amaba y ella por terca e incrédula no le creyó.
Después de estos duros meses, en los cuales habían sido un infierno por las eternas cantaletas de su papa, la insistencia de su mama por averiguar quien era el papa de su hijo y la relación que había comenzado con Michell, pensando que así se olvidaría de Armando y no había podido. Sigue tan adentro de su corazón como si fuera el primer día en el cual se enamoro, aunque le había hecho mucho daño, aún seguía amándolo.
Debería haberle dicho que estaba esperando un hijo suyo, pero no tuvo el valor para hacerlo, solo sentía que el mundo esa noche se le venia encima.
"Tanto dolor y sufrimiento. ¿Para qué?" - Se preguntaba. - "Mi Vida solo tiene sentido por el hijo que estoy esperando de él."
Betty estaba pensando en todo eso en el pesebre mal iluminado, cuando vio a un hombre andando hacia el agua del mar.
Esa noche había luna llena y había mucha luz, pero Betty no veía quien era realmente.
El hombre casi había llegado a la orilla, cuando de pronto surgió un niño.
H: ¿Te has perdido pequeño? (Nota autora: N significa niño.)
N: Tú si que estas errado y perdido Armando. - Este se sorprendió, pues el niño lo había llamado por su nombre, como si lo conociera. -
A: ¿Nos conocemos?
N: Yo conozco a todos mis hijos y Dios te perdona todo lo que has echo en esta vida.
Armando triste y amargado: Lo que yo he hecho no tiene perdón de Dios. Yo no debería haber existido, así no hubiera dañado a todos mis seres queridos. Soy un fraude como persona. Engañe a mis padres, a mi ex prometida. A la mujer que más amo en esta vida la destruí. No merezco vivir. ¿De qué me ha servido?
N: Para entender lo que es el amor verdadero. Tú amas con tu corazón y con tu alma y por eso tus culpas y pecados están perdonados a los ojos de Dios. ¿Armando qué es lo que más desearías en esta vida?
A: Estar con Betty toda mi vida y formar una familia junto a ella. Eso es lo que más desearía. Lo deseo con todas las fuerzas de mi corazón y mi alma.
N: Entonces debes acompañarme al pesebre donde todo comenzó para mi.
Lo coge de la mano y van al pesebre. En él hay una mujer embarazada y llorando sin consuelo. El niño se acerca a ella. Armando queda oculto en las sobras.
N: ¿Por qué lloras? - Betty se queda sorprendida mirándolo. Betty se preocupa al ver al niño solo. -
B: ¿Te has perdido pequeño? ¿Quieres qué te lleve de regreso con tus papas? - Armando se queda conmocionado al escuchar su voz. -
N: La perdida eres tú. ¿Por fin has recapacitado y reflexionado sobretodo lo que te ha sucedido en la vida?
Betty extrañada: ¿A qué te refieres?