Capítulo 12 "¿Basura? ¡Al basurero!"

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¿Basura? ¡Al basurero!


-Espera, solo espera Lady.

Sus palabras desesperadas se debían a mi actitud desesperada. ¡Qué me soltara el jodido infiel! Cosa, que no hacía, ni parecía tener intención de hacer.

¡Dios! ¡Jamás tuve tanto asco y tanto dolor por algo!

Bueno, Robin debía de alguna manera ser mi primera vez en algo ¿no?

Mis dientes se apretaron y volví a sacudirme.

-¡Te dije que me soltaras Robin!

No grité, ojalá fuera de quienes tienen valor para hacerlo. Pero mis palabras fueron frías y dichas entre dientes.

¡Joder, incluso me tembló la voz!

Oh, mierda, iba a llorar de nuevo.

Debía soltarme ¡pero ya!

-Solo déjame explicarte. ¡Maldición! No te vayas, Lady...por favor, te amo. Hemos estado muchos años juntos, ¡por favor, vamos a casarnos! No me hagas esto.

¿No te haga qué?

Tu fuiste el que me hizo esto...

¡El que nos hizo esto!

¡¿Por qué me miras como si yo tuviera la culpa?!

Yo no te fallé, tú a mí, sí.

Empecé a temblar, mis lágrimas vergonzosamente cayeron, pero lo miré enfurecida haciendo que empalideciera.

-He dicho que me sueltes jodido infiel de bolas azules.

-¿Lady?

No fue su voz quien dijo mi nombre esta vez. Ambos regresamos a ver a quién había pronunciado mi nombre y para nuestra sorpresa, era una rubia que ambos conocíamos muy bien.

Sofía Batter. Nunca habíamos hablado, no teníamos relación alguna, solo habíamos sido compañeras de colegio hace años. Es más, nunca habíamos cruzado palabra alguna.

Sin embargo, ella actuó como si estuviera feliz de verme y fuéramos las mejores amigas.

-¡Hace tiempo que no te veo! ¡¿De verdad eres tú?! ¡No lo puedo creer, estás preciosa! Pero...-sus ojos se entrecerraron hacia la mano de Robin-¿por qué él tiene tu mano de esa forma?

-Sofía Batter...-murmuró Robin y los ojos de ella brillaron pareciendo enfurecidos.

-Te lo he preguntado a ti, Lady, aunque-su mano se puso sobre la de Robin y sonrió de lado-ahora me pregunto porque sigues sin soltar su mano, Robin.

Robin soltó mi mano, y yo estaba secretamente agradecida de por vida con Sofía. Noté como ella parecía estar examinando a Robin y antes de que pudiera decir algo más, el número tres llegó al aeropuerto.

-¡Robin!-gritó la secretaria y tomó su mano, sin embargo, Robin la alejó-Robin...tú

-¡¿Qué mierda haces aquí?!-le gruñó Robin a ella.

-No has respondido mis mensajes y yo...yo...

-¡Solo vete de aquí, joder! No quiero nada contigo.

Y cuando la gente empezó a vernos, pensé que tal vez, subir a un avión me era ahora muy emocionante.

-Pero Robin...

Ella empezó a llorar.

¡Oh, dios mío! ¡Eso me enfureció! ¡Yo era la que debía estar llorando, no ella! ¡¿Qué clase de mierda invertida estaba protagonizando la chica?!

Robin dio un paso al frente y con ojos llorosos me llamó.

-Lady, por favor, déjame explicar y arreglar esto.

Un suspiro salió de mis labios y negué dando un paso al frente.

-¿Explicar?-susurré pero luego empecé a subir el volumen de mi voz-Robin, lo único que vas a explicar va a ser a tus padres porque te has quedado sin prometida...o puedes darle el anillo a ella y tener una nueva-me encogí de hombros y sonreí con el corazón en un puño-Es más, toma, ya que le abriste las piernas, ábrele tu corazón y la billetera. Ahora serán marido y mujer...las deudas también se comparten, no solo el dinero.

-Les desearía felicidad y amor, pero...no lo hago-reí entre lágrimas y negué-Ahora mismo quiero mandarlos a la mierda a los dos y no soy una santa para rezar por su bienestar, tampoco les maldeciré y pediré que ardan en el infierno, pecadores calenturientos, no, pero...si que no me toquen y no me busquen. Esto aplica para los dos.

Aunque ella no tenía razón para buscarme, pero parecía genial decirle algo así. Quería a la pareja de perros lejos.

Tomé distancia y aunque Robin me llamaba y mi corazón se agrietaba con cada jodido paso que daba, no volteé.

Bueno, si lo hice.

Pero era por otro motivo, yo no volvería con la basura.

¿Basura? ¡Al basurero!

De verdad estaba decidida a irme cuando recordé algo.

-Oye, chica, quisiera decirte que es un gusto conocerte, pero no miento y de verdad espero que te corran del trabajo por esta falta de ética laboral. Y no te preocupes por las pruebas, las acabo de enviar esta mañana. ¿No te dijo Robin que teníamos cámaras de seguridad? ¡Quién lo diría, no solo atrapa ladrones sino expone infieles!

>>Espero su amor supere la pérdida económica y por favor, no me inviten a la boda. Que si bien no he tirado tu cabello es porque sigo procesando y él pusilánime de tu lado es el que debía serme fiel, no tú...sin embargo, sabías de nuestra relación.

Entre líneas. No eres inocente.

Me di la vuelta y retomé mi camino. Ahora sí, ¡avión, vértigo y mocos, me esperaban! Y ciertamente no mentí cuando pensé eso. Ya que, al subir al avión, me senté y de manera automática, mis lágrimas empezaron a descender por mis mejillas.

¡Joder, que horrible!

¡¿Por qué todo tenía que ser de este modo?!

Sollocé con fuerza y cuando estaba por romperme, unos brazos me rodearon.

-Shh...tranquila, cariño. Todo estará bien.

Sofía Batter, la chica con la que nunca en mi vida había conversado me estaba consolando. No lo entendía, pero podía intuir que se debía a que a ella también le fueron una vez infiel.

Parecíamos el club de los cachudos, pero me daba consuelo verla, porque significaba que ella había sobrevivido. Entonces, yo también podría superar este dolor.

-La gente si es muy cínica-siseó Sofía-Solo hacen de verse más ridículos cuando fingen inocencia y arrepentimiento.

-¿Nos escuchaste?

-¡Claro! ¿Quién no oiría que es un infiel de bolas azules? Creativo, por cierto-me sonrojé, pero ella rió y acarició mi espalda-Tranquila, sé que duele, pero no será un dolor eterno y menos que mata. Al contrario, tenerte y haberte perdido...es lo que le va a matar a él.

No me dio consuelo, pero a mi vena vengativa se sobó algo.

Y algo bueno de tenerla cerca también, es que tuve a quien apretar la mano cuando el vuelo se alzó.

Seguro le fue divertido ver mi escena entre pánico y lágrimas mientras divaga con tal de no pensar en los miles, miles de pies que estaríamos sobre el suelo. 

Una vez al año ¡si hace daño!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora