Bestia [Inosuke Hashibira x MaleReader]

Prólogo

Me encontraba corriendo por aquel frondoso bosque, esta vez no como la presa, más bien como el cazador o al menos alguien que aspira a serlo. Mientras mi respiración estaba agitada me movía intentando no resbalar con la nieve de mi alrededor ni con algún tronco caído que cruzaba por mi camino. A pesar de todo lo que se movia inscesantemente a mi alrededor, nada me importaba en ese momento, mi mirada trataba de mantenerse fija en mi enemigo.

El haber pasado varios días sin comer no me había ayudado en lo absoluto, mi cuerpo pesaba, mi respiración se entrecortaba y aún así había guardado fuerza suficiente para al fin cumplir el deseo de mi padre; volverme más fuerte.

"Soy demasiado débil" repetí varias veces en mi mente mientras esquivaba un tronco caído, casi sin éxito.

Sostuve el mango de madera de la vieja daga que logre hereda fuertemente en mis temblorosas manos y poco a poco fui cambiando mi dirección hacia la derecha, desafiando a mi presa y preparándome para atacar.
En ese momento los pasos que hace un momento se oían a mi lado se desvanecieron desconcertándome completamente. Solo basto un momento de distracción y un segundo después ya  tenia a esa criatura sobre mí, habiendo conseguido lanzarme al suelo. Para mi suerte logré que mi cuchillo detuviera su boca, la cual furtivamente buscaba mi cuello, mostrando sus afilados colmillos, amenzantes. Esa cosa era muy fuerte y yo muy débil. 

Momentos después sus garras estaban tratando de alcanzar mi cuello, cosa que estaba consigueindo.

Estaba a punto de morir, y aun peor lo haría sin cumplir mi objetivo, mi apellido quedaría manchado para siempre. Podía sentir la adrenalina correr por mi cuerpo, no podía rendirme,  solo debía golpear al monstruo y tomar la iniciativa.
Mis músculos se tensaron, con todas mis fuerzas intente soltar una de mis manos de la daga para intentar alejarlo, pero mis brazos eran debiles y le daria un acceso inmediato a mi rostro. Finalmente sus manos llegaron a mi cuello y sus filosas garras se clavaron en mi piel, sentí la sangre comenzar a gotear, mis ojos miraban su rostro burlón con desesperación, otra vez me había convertido en la presa. 

Mi poca fuerza comenzó a desvanecerse, pero antes de que sus garras siguieran dándose paso en mi piel, logre escuchar un ruido o más bien un grito el cual hizo eco por todo el bosque, el demonio volteo con el ceño fruncido permitiéndome ver de donde provenía.

Al ver mejor me encontré nada más ni nada menos que con...

-¿¡Un maldito jabalí!?-