❝カタルシス❞.
(catarsis).
La gente de nuestro al rededor nos etiquetaban como una pareja excéntrica sin entender el por qué de nuestra relación. Yo tampoco lo entendía pero nuestro gusto a coleccionar era más grande que el sentimiento de amar, o eso creí...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Miércoles, 22:22 pm.
Aquella noche lluviosa el ambiente del bar era acogedor, las tenues luces de colores que iluminaban sin molestar contrastaban con los stripers bailando al compás de la música y nosotros, el público, disfrutábamos de tales actuaciones con ovaciones.
Mi mirada se centró en la parte izquierda del escenario, donde él resaltaba con su atuendo brillante yendo de arriba a bajo en la barra. No era el único, la mayoría lo observaban, toda la atención del público se centraba en él. Reí, sabiendo que ese cuerpo me pertenecía y que por mucho que otros miraran, él siempre estaría por mí.
— Eren.
Rodé los ojos al ser interrumpido y oír un caballo hablar. Se me había olvidado que este estaba aquí.
— Qué quieres, Jean.
— No sé si me vas a creer, pero... — en ese momento dejé de escucharlo y toda mi atención la captó él, que hacía su paso estrella, sacudiéndose en el suelo y ahorcándose a sí mismo con una mueca en la cara que me volvía loco — ...Levi te engaña.
Al acabar la actuación el público hablaba y reía mientras animaba a los bailarines, más esa no era mi suerte al escuchar la última frase de mi amigo.
El whisky que acababa de beber empezó a tener sus reacciones: mi cabeza dolía, las personas se veían borrosas y todo a mi al rededor daba vueltas distorsionando la realidad, pero ese dolor no se comparaba con el que sentía en el pecho. Aquél hombre de tez blanca, facciones finas y cabello oscuro con el que había compartido más de siete años juntos apasionándonos por nuestros gustos extravagantes me había engañado.
Mi pecho dolía y cada recuerdo con él me consumía. Una lágrima de mi ojo izquierdo cayó en las comisuras de los labios y al saborear el líquido salado, sonreí y reí, ganándome la atención de todos al intensificar mis carcajadas.
Levi me observó desde el escenario juguetón y yo, haciendo una reverencia aún riendo me retiré de ahí. Lo último que vi fue su precioso rostro haciendo una mueca de rareza.
Al salir a la calle seguí carcajeando, pero ajeno a todo el mundo que me veía extraño, me deleité por el color azul oscuro de una mujer. Sus ojos tenían un gran parecido al de Levi.
¡Oh, querido y hermoso Levi!, ¿por qué me harías eso? ¿No sabes que estoy loco por ti? ¡Ni si quiera yo lo sabía!, creía que solo nos unía el sentimiento de coleccionar, pero no puedo imaginar todo tu ser siendo controlado por otro.
Levi, eres mío.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Feliz navidad y feliz cumpleaños atrasado a Levi akbdajs, cuídense.
