Jueves,
03:30.Todos estábamos observándolo, pendientes de él, esperando su despertar; como lo fue siempre.
Suponía que a todos se les hacía tedioso mirarlo atentamente durante tres horas más las dos de la cena sin poder moverse, sus cuellos no permanecerían intactos por mucho tiempo. No sé si eran desdichados o afortunados, pero desde luego yo tampoco lo sabía. Tenía una condena desgraciadamente placentera en la que su mirada al despertar chocaría con la mía.
Éramos diez en total, cuatro personas en cada lateral y Levi y yo en los dos principios. Todos estábamos esposados en los pies y manos, sin poder mover algo del cuerpo más que parpadear y respirar. Ellos nos estaban vigilando.
Mi vista comenzó a nublarse y al primer parpadeo, personas enmascaras se presentaban con elegantes trajes, al segundo parpadeo aquellos enmascarados servían la cena y al tercer parpadeo sus ojos ya estaban chocando con los míos.
En sus ojos pude ver dos mundos: en uno tocabas el cielo y en el otro te arrastraba hasta las brasas del infierno. Aquellos orbes color azul eléctrico brillaban ante mi presencia y como si de un embrujo se tratase, caí encantado.
Una melodía comenzó a sonar a la vez que las esposas de las manos desaparecían para poder cenar.
Observamos con atención los platos servidos y nuestras expresiones sin emoción alguna cambiaron a desagrado y miedo, más él disfrutaba visualmente con placer: dos cuchillos, un tenedor y una cuchara. Ellos nos estaban vigilando queriendo que nos matáramos de placer y a Levi le brillaban los ojos ante esa idea, mirándome con lujuria.
Quería que fuera cazado, ser su presa y no me molestaba en lo absoluto porque siempre había sido así.Miré directamente a Levi que ahora se me hacía borroso al encontrarme con mi yo pequeño como si fuera él, susurrando algunas palabras que no alcanzaba a entender. Confundido parpadeé varias veces hasta que mi visión volvió a encontrarse con Levi, que se acercaba lentamente, como si solo existiéramos él y yo, solo nosotros dos sabíamos entendernos y cada uno cumplía su rol: el cazador y la presa. Levi como buen cazador en sus manos poseía los dos cuchillos y yo, como presa, no podía hacer más que someterme, así que ya, juntando nuestros labios y dándome un abrazo y un té quiero salió de su boca, después, me clavó los dos cuchillos.
Abrí los ojos encontrándome en la cocina frente al cuerpo descuartizado de Mikasa; en la zona del corazón se hallaba un cuchillo clavado con signos de haber apuñalado varías veces su cuerpo. Es como si fuera Levi: facciones delicadas, pelo azabache, ojos azules y tez blanca, más en su interior no había nada.
Con decepción dejé el cuerpo ahí tendido y me lavé las manos, acto seguido me remangué para observar mi brazo cosido con el nombre de Levi y al parpadear ya nada se sentía real. ¿Cómo había llegado hasta ahí su nombre cosido en mi brazo? ¿Este era yo? ¿Por qué no me siento real? Veo todo, pero es como si estuviera viéndolo en tercera persona. Camino y sé a dónde me dirijo pero lo hago de forma automática, como si alguien me controlara.
De repente me hallaba en nuestra habitación pulcramente ordenada y limpia en la que Levi se encontraba reposando. Lo observé y al perder la noción del tiempo con tanta belleza me senté a su lado. La luz de la luna iluminaba su frágil tez en la que se transparentaban sus finas venas y en su brazo se podía apreciar mi nombre cosido de un color carmesí. Todo en él era un fruto del pecado llevado al placer, mi perdición.
Hice un recorrido por sus ojos palpando sus párpados dormidos, acaricié su puntiaguda nariz, seguí con sus hermosas mejillas y terminé contorneando sus labios y metiendo un dedo en su boca.
Levi abrió sus ojos y me miró fríamente a la vez que inclinaba un poco el torso para para poder posar su izquierda en mi entrepierna. Le sonreí y delicadamente lo besé mientras aparté su mano dejándola en mi cabello.
— Eren, ¿sabes que estoy loco por ti? — preguntó acariciándome el pelo.
No le respondí, solo me dejé llevar por el placer al sentir masajear mi cabello y al final ver solo negro con una silueta de mi yo pequeño avisándome, pero ya era demasiado tarde, dejé de sentir mi conciencia.
Xicia_
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𝐋𝐚𝐳𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐬𝐚𝐧𝐠𝐫𝐞 ᵉʳᵉʳⁱ
Fanfiction❝カタルシス❞. (catarsis). La gente de nuestro al rededor nos etiquetaban como una pareja excéntrica sin entender el por qué de nuestra relación. Yo tampoco lo entendía pero nuestro gusto a coleccionar era más grande que el sentimiento de amar, o eso creí...