tatuaje

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tatuaje

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tatuaje.

Louis entendió enseguida que no debía hablar con Zayn y Liam sobre el sabbath. Pero a medida que la tierna niñez le abandonaba y Louis parecía saber más sobre corazones y el mundo, se dijo que aquellos dos criados merecían un lugar como aquel. Una tarde fue a ver a Maud y se lo comentó.

—Que esos dos muchachos no puedan quererse con actos y palabras y se vean condenados solo a las miradas es prueba de que el mundo no está preparado para saber —dijo.

Louis hizo caso. Maud se lo había pedido directamente. No hablar con ellos de los sabbath. Para ellos, Louis solo era el tercer muchacho que ayudaba a cuidar la casona de la señora que en el pueblo llamaban «la viuda de hierro». Al parecer, Maud enviudó muy joven, antes de tener hijos con el dueño de aquella casa, y no volvió a casarse desde entonces. A Louis no le gustaba chismorrear. No le gustaba escuchar rumores sobre asesinatos y «conductas desviadas». Cómo la gente del pueblo trataba a la señora le hacía querer vivir en un constante sabbath con mucha más fuerza. La vida fuera del vergel era más complicada y gris de lo necesario.

Además, Louis había empezado a inquietarse cada vez más, cuanto más cerca veía la fecha en la que recibiría su tatuaje. Tenía trece años, su magia progresaba bien. Ya casi nadie creía que no fuese bruja por ser varón, pues su talento era innegable. Maud no paraba de decirle «pronto».

Al obtener el tatuaje, magia más compleja se doblegaba ante una bruja. Podía participar en besos, en caricias. Eras pleno. Louis ansiaba demostrar al aquelarre de lo que era capaz.

🌙

Las manos de Maud embadurnaron su frente con tierra —todas las brujas presentes en tu mente— «Mamá» pensó Louis «Mira, mamá. Lo he conseguido». El agua le mojó el vientre —la Madre Naturaleza, el centro de tu mundo— y sus huesudas manos le dieron una caricia en el muslo —y el amor, la identidad de las brujas—. Una fuerte quemazón hizo a Louis gritar. El tatuaje de fuego que toda bruja acababa recibiendo. Por fin, lo tenía. Con lágrimas en los ojos, aceptó los cánticos de brujas, demonios y novicios y miró a Agatha en la distancia. Ella sonrió, orgullosa. Louis estaba seguro de que era cuestión de meses que ella recibiera el suyo.

Una bruja le dio un animado beso en la boca. «Querer profundo y hasta la última consecuencia». Louis todavía no entendía que signficaba eso, pero estaba lejos de darse cuenta de su ignorancia.

sabbath ; lsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora