Allí estaba él, y aquí estaba yo, sentados los dos a la orilla de aquel lago, "nuestro lago", así lo denominamos luego de su propuesta; él con su esmoquin bien planchado ceñido de manera espléndida a su cuerpo, con su pelo perfectamente peinado en una secuencia que lo hacía ver más guapo que nunca; y a su lado estaba yo, con mi vestido blanco hecho a medida, con un peinado que jamás usé y que de alguna manera me quedaba bien, las perlas colocadas en él hacían juego con mis aretes largos. Ahí estábamos los dos, mirando el hermoso paisaje y con nuestras manos entrelazadas, nuestras manos, las cuales portaban en el dedo anular de la mano izquierda un anillo a juego con el del contrario; unos anillos que el día de hoy terminaron de anudar un bello lazo en el corazón del otro. Los dos miramos a la nada y a todo, los dos pensamos, él vaya dios a saber qué y yo en nuestro futuro a partir de ahora. Yo le miro y él me mira, intercambiamos palabras silenciosas y sentimientos.
De pronto el tiempo pasa rápido, me doy cuenta de que han pasado dos años desde ese primer día a la eternidad; me encuentro sonriendo junto al hombre que amo mientras juntos miramos al pequeño y tierno bebé durmiendo en aquella cuna blanca con adornos infantiles sumamente adorables.
Lo siguiente que veo es el techo de mi habitación, y con un cálido despertar caigo de nuevo en la realidad. Solo un sueño, el mismo sueño que se repite cada vez que cierro los ojos para atormentarme con una realidad que pudo haber sido de no ser por los planes del destino. No todas las historias de amor terminan con un final feliz, la mía no lo hizo; como locos enamorados soñando con un futuro incierto, y una muerte indebida a una persona errónea destruyó toda esa incertidumbre, toda esa duda, todos esos sueños. Y yo estoy aquí, justo aquí, recreando todas las escenas de amor vividas por dos personas que no hicieron más que darles significado a cada una de las letras, doliendo al mirar a un lado para ver una pequeña caja abierta, forrada con terciopelo negro, donde en su interior se encontraba el objeto que le dio a la vida la señal para terminar con mis deseos de amor; un objeto que significó todo para dos personas que lo dieron todo por la otra; un objeto que sellaría un amor para toda la vida; un objeto que ahora no tiene el mismo significado de antes; un redondo y poco brillante anillo con la medida exacta, el cual solo contiene recuerdos...
