↠Su respiración se paraliza cuando después de huir por mucho tiempo finalmente ya no puede seguir escapando, ha sido atrapado y por los ojos duros y fríos que a lo lejos puede ver sabe que es momento de correr de nuevo↞
----Es hora de volver a casa...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Takemichi Hanagaki, 24 años, Omega, su vida se reparte entre salir de su casa desde temprano, pasar todo el día en el trabajo y luego regresar tan cansado y molido que lo único que hacía era ponerle comida al gato y acurrucarse con el hasta que una poca cantidad de tranquilidad inundada su cuerpo.
Su trabajo era ser secretario de un gran y poderoso empresario de nombre Manjiro Sano, había sido recomendado por Emma-chan quien era su amiga desde joven y su esposo Draken-kun quien también conoció cuando era joven, cuando logró conseguir aquel empleo se sintió en la cima del mundo, algo de lo que arrepentida ahora, el era quien asistía a las reuniones sobre la empresa, organizaba las mayoría de las cosas sobre cada departamento, era el encargado de la alimentación del joven sano, prepara innumerables café es al día con grandes cantidades de azucares con leche y siempre que a su jefe se le antojaban dulces caseros el tenía que correr por ellos hasta donde se encontraba la tienda favorita del mismo, en pocas palabras era mas un esclavo que un secretario.
Había descuidado su salud en gran manera debido a las cantidades exorbitantes de trabajo que tenia, salía lo suficientemente tarde del mismo como para que su vida como omega corriera peligro, hace dos noches fue asaltado y casi fue violado en medio de un callejón entre las concurridas calles de Shibuya, tuvo suerte que Chifuyu su compañero de trabajo hubiera aparecido con su jefe en la misma calle y le hubieran partido la madre al pervertido que estaba apunto de bajarle los pantalones, sino hubiera sido así el no pudiera estar aquí contando la historia.
Por eso ahora que después de 3 años de trabajar ahí y sentirse molido como mazorca de maíz, es que su corazón había entendido que quedarse a trabajar en el mismo lugar que la persona que le gustaba no era una ganancia, eran mas las desventajas que los beneficios porque el jamás dejaría de verlo como un simple empleado. La decisión de renuncia estaba sobre la mesa.
Takemichi Hanagaki iba renunciar, sólo que no había encontrado el momento para pasarle la carta a su jefe, estaban en junta todos los grandes empresarios amigos de su jefe y entre ellos estaba Draken-kun quien antes de pasar le miro con intensidad y le dijo que cuando saliera hablarían seriamente y eso amigos eran problemas, la Touman se dividía en muchos edificios alrededor de Tokyo, un ejecutivo de alto rango se encargaba de un punto en especial, mientras las cabezas del gran clan sano se quedaban en la sede y esos eran Mikey y Draken, los demás viajaban entre días para mantener organizados cada punto fuerte de la empresa y regresaban otras vez porque no era mentira saber que la mayoría de estos tenían familia cerca y una vida formada, segundos trabajos, y hasta negocios menores. internamente se preguntaba si había hecho algo mal o se había olvidado de un importante tramite o documento, Takemichi tembló cuando recordó que su jefe le había encargado un ramo de flores para esta tarde.
Siguió sudando frío porque pensó en todas las malditas cosas que había podido hacer mal pero ninguna además de esa se le ocurría, perdió la cabeza entre tanto ajetreo, tenía tanta hambre, estaba tan cansado y cree fielmente que el sudor no solo se debían a los nervios que atacaban su cuerpo sino la fiebre prometida por mojarse el día anterior, el pobre sentía que iba desmallarse de tanto cansancio, el no podía faltar porque sabía cuán importante era el para la empresa que contaba con un presidente que sólo se ocupaba de los problemas verdaderamente importantes y lo demás lo hacía el aunque eso no era parte de sus obligaciones o tareas.
