Primavera.

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A veces el amor no es suficiente.


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Como todas historia de amor corriente, el relato de la unión entre Akutagawa Ryuunosuke y Nakajima Atsushi empezó con un


"Me gustas."


Y continuó con un


"Por favor, sal conmigo."


Luego de eso, el amor floreció.


Pero como todas las flores, al llegar el invierno se marchito.

***

Era una tarde perezosa en el trabajo donde un joven secretario de 23 años llamado Atsushi pasaba sus días recibiendo llamadas, comprando cafés y juntando los papeles de su vago supervisor.

Como todos los días se preparó para una larga y aburrida tarde, despacho su triste almuerzo de arroz con lánguidas algas nori y siguió con su trabajo sin saber que aquel cálido día de primavera sería el que cambiaría su vida.

Para bien. O para mal.

"At-su-shi-kun~" Una melódica voz rompió la concentración del más joven que intentaba recordar desesperadamente si los informes de cuentas se habían enviado a Kunikida a las 11:45 o a las 11:48.

"No, no puedo hacer su trabajo Dazai-san. Si, ya arregle su agenda, Nakahara a las 15 y Guild a las 18. No, no puedo robarle los dulces a Ranpo-san, no insista." Recitó las preguntas como si fuera un robot programado, ya llevaba 3 años en esa empresa y podía decir que tenía una decente cantidad de conocimiento sobre aquel lugar.

El hombre de 25 años hizo un puchero muy impropio para su edad, más no para su carácter, que rápidamente dio paso a una sonrisita de superioridad. "Ah, que cruel Atsushi-kun, hieres mi corazoncito." El más joven le lanzó una mirada poco impresionada que había adquirido se su superior de lentes. "Deberías saber que deje mi excepcionalmente importante trabajo para tráete un mensaje, ¿Quieres saber que es~? Ne~ ne~ ¿Quieres saber quién se tomó el trabajo de mandarte un mensaje vía mua?"

El albino quería decir un tajante "no" y cerrar el asunto para seguir con su trabjo, pero se contuvo. Le picaba la curiosidad saber quién en el siglo XXI había pensado que enviar un mensaje importante por medio de Dazai Osamu, de todas las personas, era mejor idea que mandar un simple mensaje a su celular.

un año junto a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora