Rememorar

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Pero me llegó el momento y quise ser más fuerte

Y ahora estoy tan convencida que no debo verte

Que perdí mi tiempo

Mientras tú ganabas

Porque valgo mucho más de lo que imaginabas

Y ahora estoy aquí

Disfrutando la mejor versión de mí

Natalia Gutierrez

Paulina

El impacto de abrir los ojos y sentir tu cuerpo pinchándote por todas partes es algo por demás traumático, en cuanto comencé a moverme unas manos tranquilas tocaron mi hombre diciendo "todo está bien, tranquila ya viene el doctor" y su sonrisa afable me apretó de más el corazón.

Pronto un desfile de gente con batas blancas entraban y salían, me hacían preguntas de donde estaba, cual era mi nombre, Pero nadie me respondía cuando yo las ejercía.

-Señorita Montoya, ¿Puede entenderme?-

-Si- respondí después de horas y horas de gente entrando y saliendo

-Perfecto- sonrió amable el médico- su familia accedió a que entre un oficial de policía antes de que ellos la vean, para poder conocer que fue lo que le paso. ¿Está de acuerdo?- y yo solo asentí tranquila sabiendo que con familia seguramente se refería a Armando y los demás

-Señorita- un policía seguido de una mujer con trajes tan pulcramente arreglados que daban paz a mi mirada- Soy el detective Jonnes y ella es mi compañera, queremos hacerle unas preguntas- y al parecer lo único que yo sabía hacer era decir si y no, porque las palabras tardaban mucho más en salir- Bien, necesito que me diga a detalles lo que recuerda de hace tres días, cuando fue atacada-

La voz en mi cerebro se sorprendio repitiendo costantemente ¿Tres días? Tanto tiempo paso, era casi irreal, pero necesitaba contar todo, al menos lo que podía recordar, porque ahora que estaban todos presentes no podía coordinar nada.

-Yo, yo estaba fumando, en el campus. Tenía el móvil en la mano, no me di cuenta de que alguien se acercaba. Todo fue muy rápido. Para cuando me di cuenta miraba el cielo y el dolor me atravesaba-

-¿Recuerda cuantas veces la golpeo?-

-Dos, la primera intente levantarme, entonces volvió pero dolió mucho más que la primera, no podía verle, me cubrió los ojos con la mano, y yo no soportaba el dolor-

-Bien,- asentía- en algún momento le fue familiar, o ¿podría ser alguien que conociera?-

-No- respondí decepcionada, porque estaba segura de quien era el autor, pero también de que esas manos me eran ajenas- no, pero no fue agresivo, dijo algo, pero no recuerdo, es como si todo lo que saliera de su boca se borrara en mi cabeza- levante mi mano libre presionando el puente de mi nariz intentando concentrarme

-Tranquila, lo que pueda recordar está bien-

-Es solo que me dijo algo que parecía ser cercano, pero su voz no me era familiar, pero sus palabras si-

-Señorita, usted recuerda algún altercado con alguien en el último mes- y yo asentí consiente de lo que me preguntaba

-Con Asher, mi ex pareja-

-El señor comenta que siguen siendo pareja- y yo negué claramente asustada

-No, yo, yo Salí de su apartamento en los últimos días, el intento golpearme cuando lo deje-

-Bien, debemos investigar, las cámaras muestran a la persona que le agredio pero no lo han podido identificar, aun asi continuaremos investigando-

-¿Puedo irme de aquí?- pregunte como si pudieran entender la ambigüedad de esa pregunta

-¿Del hospital?-

-De Londres- y mirando a su compañera respondió

-Hasta que todo esté en orden ni usted ni su ex esposo podrán marcharse, aún siguen en investigación- y el saber mínimamente que no estaría sola me hacía paz.

El medico entro a darme el por menor de mi estado, estaba bastante bien para ser apuñalada, aunque al parecer estuve muy cerca de desangrarme, algo que nunca en mi vida si quiera imagine que me pasaría. La primera persona que entro fue Kiki, quien desesperada me pedía perdón una y otra vez.

Claramente esto no era su culpa y después de darme los pormenores de todo lo que paso esos tres días, salió dándole lugar a Ray. Él se quedó durante toda la noche intentando que descansara y comiera un poco. No sé cuántas veces pedí ver a armando, pero el que dijeran en seguida regresa, enseguida regresa, no hacía más que me pusiera de los nervios.

-Ray, necesito ver a Armando- dije en cuanto la mañana pego por la ventana y mis nervios comenzaban a desesperarse- si ha pasado algo más debes de decírmelo-

-Todo está bien, no te angusties, pero necesita arreglar muchas cosas aun, no ha sido fácil-

-¿Por qué no? Fue Asher, todos lo sabemos, solo quiero que nos dejen ir, solo quiero verlo-

-Querida, debemos esperar, de verdad que las cosas estarán bien, pero de no hacer las cosas adecuadamente, esto no saldrá como esperamos-

-¿y que esperamos?- mi mirada se llenaba de agua

-Pau, Asher está haciendo lo posible por hacer creer que Armando ha sido quien ataco-

-¿De qué me hablas? Eso no tiene sentido-

-Lo se, incluso los oficiales lo saben, pero tu no despertabas y el dinero muchas veces esta sobre la verdad-

-¿Dónde está Armando?-

-Lo detuvieron junto con Asher, hasta que no estés en condiciones no podrán verse-

-Esto es una pesadilla, esto es injusto-

-Todos lo sabemos querida, lo sabemos y créeme que no queríamos decirte esto al menos no durante unos días, pero siento que perderás la cordura si no te lo decía-

-Ray, yo ya no tengo cordura, pero entiendo sus motivos- me recargue en la almohada intentando despertar de esta maldita pesadilla.

Todos los días que siguieron fueron tan desesperantes, no había palabras que dijera que hicieran paz en todo este caos, y el no poder ver a Armando me mataba. Nos equivocamos tanto. Y de qué manera.

Finalmente una semana después con apoyo de Kiki me encontraba frente a los abogados de Armando, a los nuestros y una acusación de intento de homicidio por parte de Asher hacia Armando y viceversa.

Las preguntas fueron y vinieron entre los presentes quienes si necesidad de estar juntos teníamos la misma versión de los hechos. No importaba cuantas veces preguntaran, la historia no tenía segunda vuelta, no tenía mentiras.

Al final del día estaba agotada, destrozada y hasta cierto punto humillada. Gire el rostro para ver a la última persona que podía esperar y su maldita sonrisa me traslado directamente al infierno. Lo sabía, lo supe en cuanto lo vi... lo supe que jamás ni en mil años se alejaría de mi...

-Lo dijo- me puse de pie asustada y desesperada- lo dijo, dijo "si no eres mía no serás de nadie", lo dijo- y mientras yo recordaba hasta el rostro de la persona que me agredió su sonrisa se borraba de golpe...

El VaqueroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora