🦊Capítulo 2🦊

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La antigua Jinchūriki del Kyūbi estaba genuinamente enojada, aún no había dado con ningún rastro que la guiará hacia el paradero de su hijo, era frustrante.

Además, tenía otro problema el cual debía manejar y ese era... El Kyūbi.

El que el Bijū estuviera sellado (nuevamente) en su interior, escapaba de su comprensión. Minato había actuado como vasija para contener una de las mitades del Kyūbi, la parte negativa y sanguinaria, mientras que en Naruto había encerrado a la parte más "dócil" si es que se lo podía decir de dicha manera pues no importaba si era más calmada, seguía teniendo el mismo temperamento de cuando era sólo uno.

Se suponía que la parte sanguinaria debía estar en el estómago del Shinigami, pero no, ¡Estaba dentro de ella!... No era como si le molestará ser otra vez una Jinchūriki, en el pasado había servido como recipiente para el Bijū, que poseía un pésimo temperamento y era difícil de tratar, pero a pesar de eso se habían hecho algo como "amigos", esto se debía a su insistencia, había intentado entablar una relación con el zorro desde que lo sellaron en ella y después de mucho insistir él finalmente respondió a algunas de sus preguntas, desde allí los encuentros para charlar se hicieron más amenudos, se trataban como iguales y hablaban durante horas sobre los hermanos del ser de chakra.

Aprendió mucho de él, cuando era libre le gustaba competir con sus hermanos, se gastaban bromas, pasaban la mayor parte del tiempo juntos, eso hasta que Madara lo utilizo y posteriormente Hashirama lo sello dentro de Uzumaki Mito, su primera Jinchūriki.

Siendo tratado como un monstruo, alejado de sus hermanos, solo y recluido en una jaula como si fuera un vil criminal, lo convirtió en un ser de carácter sanguinario y comenzó a despreciar a los humanos.

Lo entendía, él tenía todo el derecho de odiar a los humanos, pero de manera inesperada había hecho una excepción con ella y se convirtieron en amigos,

Se sentó bajo la sombra de un árbol y cerró los ojos para entrar a su espacio mental, donde su compañero de múltiples colas estaba esperando por ella.

Cuando abrió las ojos estaba frente a una enorme jaula de barrotes dorados, tras estos se podía vislumbrar la imponente figura de un zorro que poseía nueve colas.

—Kurama— Saludo alegre la pelirroja.

Tomate— Respondió al saludo. —¿Me sacarás de aquí o tengo que esperar por más tiempo?

—Te sacaré, pero para hacerlo debo usar el sello de domesticación— 

¿No podías usar otro? Ese es extremadamente humillante y tengo una reputación que mantener

—Es eso, o que te quedes en la jaula hasta que recupere todas mis fuerzas y pueda liberarte—

Tch... Solo hazlo

La kunoichi hizo varias posiciones de manos y después toco el suelo del espacio mental. —Kokunai (Doméstico)

Lentamente los barrotes comenzaron a desvanecerse al igual que el alcantarillado dejando en su lugar un páramo brillante se color cielo con brillos dorados, el Bijū había sido liberado de su cárcel, pero ahora había otro pequeño problema con el cual debía lidiar y ese era...

¡Esto es una porquería! ¡Parece el collar de un maldito perro!, ¡¿Acaso crees que soy un jodido sabueso?!— Comenzó a quejarse, esto mientras intentaba quitarse el collar de color dorado que rodeaba su cuello.

Ese era el problema con el cual ahora debía lidiar su compañero, el sello de "domesticación" dejaba que él Bijū vagara libre por la mente de su Jinchūriki, pero portando un collar que mostraba que el sello de contención aún estaba latente. 

La Guía Carmesí (Flor Del Desierto AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora