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T/n:

Feliz cumpleaños a mi... feliz cumpleaños t/n... feliz cumpleaños a ti, yei~ ... — sople el fósforo que coloque en el pastelito de plastilina que había hecho y seque mis lágrimas para tirarlo al bote de la basura.

...

—Madre, debes dejar de hacer esto, papá te puede descubrir y hacer algo malo— Con miedo pronuncie aquellas palabras desde atrás de la pared que separaba la sala con la cocina.

Temía que me volviera a lastimar con otro jarrón.

—Quieres callarte por una buena vez y dejar de decirme que debo hacer, con esto te mantengo ya que tú padre es un inservible que sale a "buscar trabajo" y lo que hace es acostarse con la primera perra que se le cruze, ahora largó, desaparece de mi vista— si claro, ese dinero lo usaba ella para su alcohol y drogas, en mi no gastaba ni un centavo.

Gana dinero por el medio de engatusar a los hombres necesitados diciéndoles que tendrán sexo, ella se acuesta con ellos estando ya drogados y en cuanto estos estén inconcientes les roba todo lo que tenga valor y se va, dejándolos en la sala semi desnudos.

Esto no le interesa, no pierde nada, satisfecha con sus deseos sexuales, dinero, drogas, alcohol. El paraíso según ella.

—Que esperas para lárgate, quieres un beso o que— Respire profundo y regrese a mí habitación antes de que se altere y me haga daño.

Hace una semana viajamos de t/p [tu país] a Japón, nuestra economía era peor.

No eh tenido la oportunidad de conocer el barrio, solo se el camino del colegio a casa.

...

—¡No te quedes ahí parada, quiero la casa limpia cuando regresé, esto es una mierda y todo está sucio,  ¿que coño haces cuando no estoy? LIMPIA LA PUTA CASA!— Grito y azotó fuertemente la puerta.

De cierta manera era verdad. La casa es un desastre.

Quería llorar por el enojo que me causaba el solo hecho de existir. Me sentía totalmente inservible ¿Que hago cuando no está? llorar y dormir en mi habitación, que más haría?.

Me ahorre las lágrimas y comencé a limpiar, con lo poco que había en la alacena prepare la cena y por último me di un baño.

Mi apariencia era un asco total, parecía que hubiera peleado con alguien, mi cabello en nudos, los ojos con ojeras.

Me di un baño, se sintió bien. El agua limpiaba la suciedad de mis heridas.

Mire mis muñecas y muslos con cicatrices de autolesión para luego subir mi mirada al espejo y ver mi reflejo, mis ojos picaron y mi vista se nublo.

Tome las tijeras un peine y corte mi cabello hasta el cuello.

Un tiempo después la puerta de principal fue abierta y las risas de mi madre y otro sujeto inundaron la casa. Ella y su nuevo juguete habían llegado.

別の私 | 𝘈 𝘥𝘪𝘧𝘧𝘦𝘳𝘦𝘯𝘵 𝘮𝘦 | 𝘚𝘢𝘯𝘻𝘶 𝘏𝘢𝘳𝘶𝘤𝘩𝘪𝘺𝘰 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora