-Llegar a Japón, perderte el día de tu cumpleaños y encontrarte con un psicópata que consume sustancias ilícitas, ser secuestrada y torturada pero, todo esto cambia con el tiempo, Sanzu se enamora de ti y cambia su forma de tratarte.
-Smutt
-Todos...
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Narrador omnisciente:
—Que harás con esa mocosa Sanzu—Le pregunto Ran al nombrado.
—Que no es obvio, matarla.
—Animal, es una niña— Ran camino hasta quedar en frente a T/n.
Se agachó a su altura y la miro para posteriormente destapar su boca y permitirle hablar.
—Como te llamas?
—T-T/n— sus ojos se cristalizaron
—Bien T/n, tengamos una plática— sonrió
—Yo la encontré, yo me hago cargo de ella— Sanzu apuntaba a Ran con su arma.
—Eso que demonios tiene que ver.
—Mucho, así que porfavor salte de aquí y déjame resolver esto maldito Haitani, fuera.
Casi que lo saco a patadas.
Se acerco a t/n quedándo frente a ella.
—Ruega por tu vida y así tendré el placer de matarte.
—...No.
—Disculpa, acaso escuché un ¿No?.
—...
—No vas a rogar?
—No.
—RUEGA POR TU INSIGNIFICANTE VIDA MALITA SEAS!
—ESO, ESO ES, LLORA! QUE TU CARA DEMUESTRE MIEDO— Sanzu comenzó a reír como el psicópata que es.
—No tengo miedo de ti.
Las risas sesarón en seco.
—¿Como que no tienes miedo de mi? literalmente estoy a punto de volarte los sesos— le miró de manera escalofriante y apunto con su arma justo en el centro de la frente de tn.
Lágrimas seguían cayendo de sus ojos, ¿tristeza? posiblemente pero está combinada con felicidad.
—Si no tienes miedo por qué lloras.
—Porque quiero morir, ¡MATAME!— Sus miradas se encontraron e hicieron contacto visual por unos segundos.
Sanzu bajo su arma.
—No me des órdenes!— pauso— no te mato solo porqué estaría cumpliendo una orden que me dio una mocosa, ew.— fingió escalofríos.
—EN UN INICIO ME MATARÍAN, AHORA POR QUÉ NO!?
—JODER, NO GRITES QUE ME ALTERAS— suspiró— estoy harto, veré qué hago contigo luego.
Rápidamente le dio con el mango del arma en la nuca a T/n cayendo está totalmente inconsciente.
