Soy una chica, ¿y qué?

Capítulo 9: Astraea y un nuevo...¿enemigo?

Lilith: Astraea, ¿está bien irnos ahora? ¿O quieres que vayamos por equipo nuevo antes de partir?

Astraea: Tienes razón, podríamos prepararnos para el viaje y así se haga menos cansado en caso de que lleguemos a enfrentarnos con alguien o algo. Vayamos entonces, sólo espero que no se nos haga más tarde. 

Lilith: Es verdad, no sería buena idea viajar de noche -continúa caminando al lado de Astraea-

Drach: ¿Y qué clase de equipo comprarán? ¿Astraea, tú cómo te desenvuelves en las batallas? Lilith es una paladín, así que es obvio que usa espada y escudo pero ¿y tú?

Astraea: Hum...no estoy segura, creo que no podría usar algún arma debido a que soy una Bruja Guerrera así que...no sabría decir si existe un arma que ayude con ello.

Drach: Tal vez no arma como tal pero puede que haya algún tipo de accesorio que potencie tus capacidades mágicas y físicas, ¿sí venden eso en la armería? 

Lilith: Objetos que potencien las capacidades físicas sí, pero para las mágicas podrían venderlos en tiendas de magia y esas cosas. 

Drach: Bien, vayamos entonces ¿Dónde está la armería? Hay algunas cosas que no estaban cuando vine por aquí -mira a todos lados-

Lilith: Veamos...debe ser por aquí -camina y dobla una esquina una calle antes del edificio del gremio-

Astraea: Vaya, no la había visto cuando pasábamos por aquí al ir al gremio -sigue a Lilith mientras camina con Drach-

Lilith: Bien, llegamos -se detiene frente a la puerta mientras espera a las demás-

Drach: Oh, así que es aquí...se ve bastante bien, ¿tiene mucho aquí?

Lilith: Si, se podría decir que si.  Podría tener un par de años nada más, tampoco es que lleve taaanto -sonríe y entra al lugar-

Drach: Entremos pues -entra al lugar poco después de Lilith-

Astraea: -Se detiene justo antes de entrar al lugar- ¿Quién está ahí? Muéstrate 

???: ¿Cómo supiste que estaba aquí? -dice mientras sale de su escondite-

Astraea: ¿Cómo no saberlo? Tu energía. Se puede sentir a kilómetros, al menos intenta ocultarla. Y no salgas con que no tienes malas intenciones porque tu energía dice lo contrario -se pone en posición de defensa-

???: ¿Y tú? Esa energía maldita...¿eres un Rey Demonio? -desenvaina una daga desde su su hábito-

Astraea: ¿Y esa ropa? ¿Eres de la iglesia o algo? 

???: Podría decirse...pero una aberración como tu no debería saberlo, porque vas a morir. Tu mera existencia es un insulto al mundo de Etérnea -corre hacia ella mientras mantiene su daga hacia enfrente- 

Astraea: Así que sí eres de la Iglesia -evade el ataque rápidamente- ¿Qué quieres de mi?

???: Vamos, no te hagas la tonta. Por muy bien que sepas esconder esa energía...nada es comparable con el poder de la Iglesia y su energía divina. Verás, este medallón solamente reacciona ante seres con la misma energía a un Rey Demonio.

Astraea: Espera, espera...¿quieres decir que hay más personas además del Rey Demonio con esa misma energía?

???: Así es, ¿pues qué esperabas? ¿Por qué crees que se creo este medallón? -sujeta el medallón con una mano-

Astraea: Je...-toma el medallón con tal rapidez que la atacante no es capaz de saber qué sucedió-

???: ¡Dame el medallón! -corre hacia Astraea con intenciones de matarla-

Astraea: Haré algo mejor -esquiva el golpe y aprieta el medallón con tal fuerza que lo deja hecho pedazos-

???: ¡Im-Imposible! ¡¿Por qué lo hiciste?! ¡¿Qué no te das cuenta que sin eso no podremos cazar a los demás seguidores del Rey Demonio?!

Astraea: Tranquilízate, ¿y si te dijera que me lo dejes a mi? Cómo ya sabes que mi energía es igual a la del Rey Demonio yo podría cazarlos, y puedo dar seguridad de ello ya que también me encargaré del propio Rey Demonio.

???: ¡Jajaja! ¿En serio crees que confiaré en ti, enemiga de Dios? 

Astraea: Puedes elegir no confiar en mi pero...-sus ojos se iluminan en un color violeta intenso y con sólo pensarlo levanta del suelo a la atacante- Ten por seguro que morirás aquí y ahora, así que tú decides.

???: ¡E-Está bien! ¡Te dejaré a los demás demonios, pero bájame!

Astraea: Buena decisión -sonríe y sus ojos vuelven a la normalidad, dejando a la atacante en el suelo- ¿Cómo te llamas?

Silke: Tch...maldito demonio, muy bien. Te concederé el honor de saber mi nombre, me llamo Silke. Y es la última vez que te lo diré, y ahora si me disculpas, me largo de aquí -salta hacia el tejado de la armería y desaparece sin dejar rastro alguno-

Lilith: ¡Astraea! ¿Por qué tardas tanto? Ven, encontré algo muy útil para tus habilidades -dice y entra de nuevo en el lugar-

Dentro de la Armería se puede notar la amplia cantidad de armas y armaduras para todas las clases de guerrero, al igual que muchos accesorios que amplifican las capacidades físicas. Astraea entra y se dirige a las chicas, que están frente al dependiente del lugar.

Astraea: Bien chicas, ya estoy aquí. Disculpen la tardanza, una loca de la Iglesia se presentó ante mi y quería matarme, pero logramos llegar a un acuerdo. ¿Qué encontraron?

Lilith: ¡Mira! Encontré estos brazales, me hacían falta ya que los tengo ya están algo viejos y quería hacer una renovación pero no había tenido la oportunidad. Ah si, Drach tiene algo para ti -sonríe-

Astraea: ¿Qué tienes ahí, Drach? 

Drach: Ah si, mira -le entrega unos guantes con agujeros para los dedos, imbuidos en magia de fortalecimiento- Le preguntamos al dependiente que qué tenía para alguien con una gran fuerza física y nos entregó eso. Dijo que se venden pocos porque son demasiado peligrosos si no se usan con cuidado.

Astraea: Pues no están nada mal, me gusta lo que eligieron chicas. Me los llevo -sonríe-

Lilith y Drach: ¡Muy bien!

Astraea: Ah, Lilith -toma los brazales de Lilith- Permíteme 

Lilith: ¿A-Astraea? ¿Qué haces?

Astraea: -Se dirige a la caja y paga los guantes y los brazales- Toma Lilith, considéralo un obsequio de mi parte -sonríe y le entrega los brazales-

Lilith: Astraea...¡muchas gracias! -se acerca a ella y la abraza fuerte-

Astraea: No hay de qué, ¿nos vamos chicas? Me parece que aún tenemos cosas que comprar ¿no es así?

Drach: Si, ya también terminé de comprar lo que necesitaba de aquí, podemos irnos -sonríe-

Lilith: Vayamos entonces, ¡partamos a nuestro último destino!

Fin del capítulo 9.