Introducción

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Debemos irnos

Es lo último que Dolores creyó haría o diría a Mariano, el amor de su vida y el prometido de su prima.

El hombre con quién compartía lecho, de manera descarada y abominable, traicionando de la peor manera a Isabela, a su familia y a todos aquellos que la quisieron.

- mi madre no reacciona, está empecinada en que me case con Isabella - habla el hombre, escondido a su lado en un rincón del pueblo.

Mariano parece cansado y lo está, discutió con su madre toda la noche para terminar con su padre imponiendo su opinión absoluta y saber que haría lo que su familia le decía.

El único heredero de los Guzmán quien se casaría con la primogénita predilecta de los Madrigal.

Todo parece perfecto, pero Mariano no quiere esto. Toma las manos de su amada Dolores, la cual se mantenía en silenció, como si estuviera pensando en todas las posibilidades.

- mi abuela hablara después de la ceremonia de Antonio con tu familia - le comenta Dolores, su voz era un susurro no solo por su don, sino también porque le temblaba.

- Dolores debemos decirle a nuestras familias sobre lo nuestro, esto ya es demasiado - razona Mariano, angustiado de lo que podría pasar.

No se siente capaz de ponerse de rodillas y pedirle matrimonio a Isabella, no cree que pueda besarla sin sentirse el ser más infeliz de la tierra, no puede y no quiere casarse sin amor.

- n-no, no puedo, Mariano - razona con miedo y todo su cuerpo tiembla- Isabela te ama, mi familia quiere el matrimonio, yo no puedo ser egoísta.

Lágrimas traicionan sus ojos, no quería hacerlo frente a Mariano pero se sentía tan contenida. El compromiso del hombre que amaba, la ceremonia de su hermano y pronto la tortuosa boda de su prima con su "amado".

- ¿Y no es más egoístas de su parte no permitir te amar?, Sí, puede ser egoísta y yo entiendo el sentimiento, amo a mi madre con mi vida pero aún así le dije mi disgusto sobre este acuerdo entre ella y Alma - recordó y Dolores solo se siente más y más impotente.

- Mariano, yo solo quiero estar contigo y no sentir que soy el peor ser de este mundo - le confiesa y él también se siente igual.

Mariano ama a Dolores con su vida, desde que ella cumplió los 18 están en esta relación secreta en que ambos disfrutan de su amor joven, que se vuelve un amor verdadero y único.

Pensó en decirle a su madre, creyó conveniente en una cena albergar el tema del matrimonio porque el tenía 25 años en ese entonces y estaba emocionado por la idea de pedirle matrimonio a la que fue su novia desde hace tanto.

Gran sorpresa se llevó.

«hablando del matrimonio querido, Alma y yo hablamos sobre esto y como sabes una de sus nietas, Isabella, esa bella y perfecta niña está en época casadera y como tú estás soltero hemos decidido que se casen»

Fue rápido, conciso y duro, tanto para el como para Dolores cuando le contó.

- yo solo quiero amarte como se debe, sin pena ni miedo, bajo nuestros términos y con la libertad que merecemos -dice el hombre, tan seguro que en otras circunstancias, Dolores lo hubiera visto enamorada.

Te Veo Y Te EscuchóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora